Cómo ayudar a su hijo a gestionar la jornada escolar
Los niños rinden más en la escuela cuando los padres se implican en su vida académica. Asistir a la noche de regreso a la escuela al comienzo del año escolar es una buena manera de conocer a los profesores de su hijo y sus expectativas. Los administradores de la escuela también pueden hablar de los programas y políticas de la escuela.
Asistir a las reuniones de padres y profesores es otra forma de estar informado. Suelen celebrarse una o dos veces al año, en los periodos de presentación de informes de progreso. Las reuniones son una oportunidad para iniciar o continuar las conversaciones con el profesor de su hijo, y discutir estrategias para ayudar a su hijo a dar lo mejor de sí mismo en clase. Reunirse con el profesor también permite a su hijo saber que lo que ocurre en la escuela se compartirá en casa.
Si su hijo tiene necesidades especiales de aprendizaje, pueden programarse otras reuniones con los profesores y el resto del personal escolar para estudiar la posibilidad de establecer o revisar los planes educativos individualizados (IEP), los planes educativos 504 o los planes de educación para superdotados.
Conocer la disposición física del edificio y del recinto escolar puede ayudarle a conectar con su hijo cuando hable de la jornada escolar. Es bueno saber la ubicación de la oficina principal, la enfermera de la escuela, la cafetería, el gimnasio, los campos deportivos, los patios de recreo, el auditorio y las clases especiales.
Ayude a su hijo a adaptarse a la vida escolar
Para algunos niños, prepararse para empezar el colegio es emocionante y divertido. Sin embargo, el inicio del curso escolar también puede resultar abrumador y provocar ansiedad a los niños que se muestran temerosos al anticiparse a nuevas situaciones.
Una forma de preparar a su hijo para la escuela es utilizar lo que los educadores llaman un apoyo visual, para ayudarle a manejar las transiciones. Un ejemplo de apoyo visual es una historia personal, escrita e ilustrada pensando en su hijo. Los cuentos son eficaces con niños de todas las edades y capacidades. Una historia puede describir la nueva situación, incluyendo lo que se espera que su hijo haga y cómo podría sentirse en el nuevo entorno.1 Escribir una historia con su hijo también puede ayudar a ilustrar a dónde van, a quiénes conocerán, qué harán y cómo se espera que los niños se comporten en la escuela.
1. Tome fotografías relacionadas con la experiencia de su hijo. Pueden ser: el vehículo en el que su hijo irá a la escuela, los miembros de la familia, el edificio de la escuela, su(s) profesor(es), el aula, el gimnasio, la sala de arte, la cafetería y el patio de recreo. (Si no puedes hacer fotos, descárgate fotos de la página web del colegio, cópialas de un anuario escolar, utiliza imágenes prediseñadas o haz dibujos [con la ayuda de tu hijo]). Coloca las fotos en orden para que describan el día de tu hijo. Pégalas en las páginas de un pequeño cuaderno en blanco. Deja espacio debajo de cada foto para escribir una frase.
Ayudar a sus hijos a tener éxito en la escuela
La transición de regreso a los programas de infancia temprana o a la escuela -o el inicio de los mismos por primera vez- puede crear desafíos adicionales durante una pandemia. Aprenda lo que los padres y maestros pueden hacer para ayudar a los niños a hacer una transición exitosa al aprendizaje y cuidado en persona.
Los niños pequeños suelen desconfiar de los extraños y quieren estar cerca de sus padres y otros cuidadores conocidos y de confianza. Hasta que no tienen la edad suficiente para hablar claramente de sus sentimientos, es difícil explicarles que un nuevo cuidador va a protegerles, lo que significa que los niños tardan en acostumbrarse a las nuevas personas. Los niños en edad escolar que son sensibles o se preocupan fácilmente, o los que tienen retrasos en el desarrollo, pueden necesitar más tiempo para adaptarse. Para los niños pequeños suele ser más fácil hacer la transición si han pasado algún tiempo con sus padres y la nueva persona juntos. Los padres también suelen preocuparse por la transición de sus hijos, y es más fácil para ellos mantener la calma y tranquilizarlos si conocen al profesor de su hijo y se sienten cómodos con él.
Cómo Nestlé ayuda a los niños a volver a la escuela
Más de 600 millones de niños y adolescentes de todo el mundo no pueden alcanzar los niveles mínimos de competencia en lectura y matemáticas, a pesar de que dos tercios de ellos están escolarizados. En el caso de los niños no escolarizados, las competencias básicas en lectura y matemáticas están más lejos de su alcance.
En todo el mundo, los niños se ven privados de educación y aprendizaje por diversas razones. La pobreza sigue siendo una de las barreras más obstinadas. Los niños que viven en condiciones de fragilidad económica, inestabilidad política, conflictos o desastres naturales tienen más probabilidades de verse privados de la escolarización, al igual que los discapacitados o los pertenecientes a minorías étnicas. En algunos países, las oportunidades de educación para las niñas siguen siendo muy limitadas.
Incluso en las escuelas, la falta de profesores formados, los materiales educativos inadecuados y las malas infraestructuras dificultan el aprendizaje de muchos alumnos. Otros llegan a clase demasiado hambrientos, enfermos o agotados por el trabajo o las tareas domésticas como para aprovechar las lecciones.
A estas desigualdades se suma una brecha digital cada vez más preocupante: Alrededor de dos tercios de los niños en edad escolar del mundo no tienen conexión a Internet en sus hogares, lo que restringe sus oportunidades de avanzar en el aprendizaje y el desarrollo de habilidades.