Ayudas para jovenes para independizarse

Habilidades para la vida de los jóvenes

A medida que los adolescentes avanzan en la vida, anhelan una mayor independencia, en parte como una forma de demostrar sus propias habilidades y en parte porque se encuentran en las etapas finales de la transición a la edad adulta. En el pasado, había una línea clara que establecía la edad adulta como la fase que venía después de la graduación. Hoy en día, cada vez más padres se dan cuenta de que los jóvenes adultos se esfuerzan por progresar por sí mismos, como ilustra un estudio de Pew que revela que un mayor número de jóvenes adultos opta por seguir viviendo con sus padres después de los estudios.

Aunque a muchos padres les gusta estar cerca de sus hijos, es fundamental fomentar la independencia, la autonomía y la autogestión de los adolescentes para que se sientan capaces de alcanzar el éxito por sí mismos. Sin este sentido de la independencia, el crecimiento de los adolescentes se ve frenado y son incapaces de abrirse al mundo, descubrir sus propios valores y vivir su propia vida.

Tal vez la mejor manera de ayudar a los adolescentes a reconocer sus habilidades existentes y a construir su deseo de independencia es darles un espacio lejos de sus padres en el que puedan crecer y desarrollarse. El entorno del internado militar proporciona un ambiente estructurado para promover la autonomía en los adolescentes, a través de la presentación de nuevas oportunidades, la necesidad de desarrollar habilidades para la vida, y la capacidad de probar los recursos internos necesarios cuando los padres no están cerca.

Responsabilidades de los adolescentes

La independencia financiera es uno de los muchos indicadores que se utilizan para designar el paso de la infancia a la juventud, y es un hito que la mayoría de los estadounidenses (64%) piensa que los jóvenes adultos deberían alcanzar a los 22 años, según un nuevo estudio del Pew Research Center. Pero esa no es la realidad para la mayoría de los jóvenes adultos que han llegado a esa edad.

➡️  Ayudas para cambio de caldera

La proporción de jóvenes adultos que podrían considerarse “económicamente independientes” de sus padres a los 20 años -una evaluación basada en sus ingresos anuales- ha disminuido un poco en las últimas décadas. Un nuevo análisis del Pew Research Center de los datos de la Oficina del Censo encuentra que, en 2018, el 24% de los adultos jóvenes eran económicamente independientes a los 22 años o menos, en comparación con el 32% en 1980.

Mirando más ampliamente a los adultos jóvenes de 18 a 29 años, la proporción que es económicamente independiente se ha mantenido en gran medida estable en las últimas décadas. En general, los hombres jóvenes son más propensos que las mujeres jóvenes a ser económicamente independientes, pero esta diferencia de género ha disminuido significativamente.

Los resultados de la nueva encuesta ponen de manifiesto hasta qué punto muchos jóvenes dependen económicamente de sus padres. Alrededor del 45% de los adultos de entre 18 y 29 años (con al menos un progenitor vivo) afirman haber recibido mucha o alguna ayuda económica de sus padres en los últimos 12 meses.1 Según los padres de los jóvenes adultos, esos porcentajes pueden ser incluso mayores. Aproximadamente seis de cada diez padres con hijos de entre 18 y 29 años (59%) dicen haber dado a sus hijos al menos alguna ayuda económica en el último año. El estudio se basa en dos encuestas representativas a nivel nacional. La primera encuesta de 9.834 adultos se realizó en línea del 25 de junio al 8 de julio de 2019, utilizando el Panel de Tendencias Americanas del Pew Research Center. La segunda encuesta de 1.015 adultos se realizó por teléfono del 25 al 30 de junio de 2019.2

Cómo independizarse de los padres en la adolescencia

La transición de la infancia a la edad adulta puede ser un momento emocionante para algunos jóvenes adultos que se sienten llenos de posibilidades. Pueden hacer su propio horario y establecer sus propias reglas. Pero muchos jóvenes adultos pueden sentirse en conflicto con la autonomía que se les da en la edad adulta. En la adolescencia, es posible que hayan sobrepasado los límites y hayan luchado contra las normas de la casa. Pero cuando llega el momento de lanzarse a la vida adulta, es común que los jóvenes adultos se congelen y quieran volver a lo que es cómodo. Durante la adolescencia, sus padres desempeñaron un papel más importante en la toma de decisiones por ellos y en la resolución de los problemas a los que pueden haberse enfrentado como consecuencia de haber puesto sus propias reglas. Cuando los jóvenes adultos se dan cuenta de que pueden estar menos preparados para tomar estas decisiones de lo que pensaban, su miedo a la independencia puede impedirles avanzar en sus vidas.

➡️  ¿Cómo se calcula el metro cuadrado?

Cuando los jóvenes adultos quieren quedarse en casa, no buscan un trabajo ni contribuyen económicamente, y empiezan a retirarse del mundo, esto construye los cimientos del fracaso del lanzamiento. El lanzamiento al que nos referimos es una motivación interna. Requiere la interiorización de la creencia en la propia capacidad de éxito. El joven adulto necesita aprovechar el sentido de la perseverancia y la resiliencia para tomar decisiones independientes mientras aprende a equilibrar simultánea y hábilmente el uso de los recursos de los demás y del mundo. Para que el éxito sea posible, los jóvenes adultos pueden necesitar orientación para obtener claridad y enfoque en esta área.

Problemas entre los padres y el adolescente

AMES, Iowa – Uno de los objetivos que muchos padres tienen para sus hijos es verlos crecer hasta convertirse en jóvenes independientes. Sin embargo, la independencia conlleva su propio conjunto de desafíos, dice Barbara Dunn Swanson, especialista en ciencias humanas de la Extensión y Extensión de la Universidad Estatal de Iowa.

“Ver a tu hijo pasar de gatear a aprender a ponerse de pie, y luego dar ese primer paso, es emocionante. A medida que los niños dominan las habilidades, se vuelven más independientes, lo que requiere que los padres sean pacientes”, dice Swanson.

“A medida que los niños pequeños aprenden a ser independientes, existe la posibilidad de que se produzcan conflictos, pero éstos son una parte normal de la vida cotidiana. Aunque pensemos que el conflicto es negativo, también puede ser positivo porque puede ayudarnos a crecer y a desarrollar habilidades”, dijo Swanson.

“El desarrollo de habilidades para resolver conflictos llega con la edad. Tenemos que pensar en términos de preparación. Un niño de 2 años puede no entender fácilmente cómo resolver un conflicto, pero con el tiempo puede aprender técnicas de resolución de problemas. Ayudar a los jóvenes a reconocer puntos de vista opuestos es importante, así como aprender que las acciones tienen consecuencias”, dijo Swanson.

➡️  Nueva ayuda parados entre 30 y 55

Relacionados

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Contiene enlaces a sitios web de terceros con políticas de privacidad ajenas que podrás aceptar o no cuando accedas a ellos. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos. Más información
Privacidad