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El Parque Federico García Lorca de Alfacar (Granada) fue inaugurado en 1986 por la Diputación de Granada para rendir homenaje al poeta en el lugar donde fue asesinado junto a sus tres compañeros de fusilamiento (los banderilleros Francisco Galadí y Joaquín Arcoyas, y el maestro de Pulianas Dióscoro Galindo) y para recordar a todos los fusilados en una amplia franja de terreno que va desde Alfacar hasta Víznar ahora señalada como lugar de Memoria Histórica.
El parque está situado en la parte alta del pueblo, junto a la Fuente de Aynadamar o la Fuente de las Lágrimas . Con la adquisición de los terrenos, la Diputación de Granada también quiso evitar la especulación inmobiliaria y la futura edificación en una zona poblada de chalets.
Las primeras excavaciones para localizar a Lorca y sus compañeros de ejecución realizadas en 2009 con el respaldo de la Junta de Andalucía fueron desalentadoras. No se encontraron restos humanos ni indicios de enterramientos alrededor del olivo.
A la entrada del parque, en el lugar donde se presume que están los cuerpos, junto a un viejo olivo convertido en símbolo de la represión, se colocó un monolito de piedra con la siguiente leyenda “A la memoria de Federico García Lorca y de todas las víctimas de la Guerra Civil”. Cada año, en torno al 19 de agosto, se conmemora el asesinato de Lorca con una ceremonia al aire libre en la que participan, desde 1986, personalidades como Rafael Alberti, Francisco Rabal, Gabriel Celaya y Lola Gaos.
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“El verano pasado volví a leer las obras de teatro y los poemas completos de Lorca. Lo he hecho muchas veces a lo largo de mi vida, empezando por mi adolescencia en Granada. En la Universidad de Iowa, donde soy profesor, doy un curso sobre Lorca algunos semestres, así que leo su obra cada vez que imparto este curso. Me encanta cómo los estudiantes tratan de descubrir nuevos significados en ella, y cómo reciben el efecto de su escritura. Pero este verano he pensado más en ciertas partes de su escritura que no son tan conocidas, porque son sólo apuntes, ideas, fragmentos, borradores. Su apertura es tan rica e inspiradora, como el comienzo de una buena conversación”.
“La potencialidad de la obra inacabada que dejó Lorca, y la tragedia de su ejecución vista como la tragedia de una vida inacabada. Lo inacabado tiene la energía de lo posible, el gesto de un movimiento que quería continuar. Y lo inacabado es literalmente lo que no tiene fin, y en este sentido, lo inacabado está increíblemente vivo. Por otra parte, las razones por las que la obra no se terminó ofrecen su propia potencia”.
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Las Pasaderas de Víznar era, en los años anteriores a la Guerra Civil, un pintoresco caserío con un molino junto a la Acequia de Aynadamar situado a la salida del pueblo, en la carretera de Alfacar. En el verano de 1934, las autoridades de la República convirtieron el cortijo, también conocido como Villa Concha, en una casa de verano para niños, en unas colonias en las que se alojaban bulliciosos grupos de chavales que daban alegría a aquel edificio de dos plantas con prodigiosas vistas junto a la carretera entre los dos pueblos. Aunque sólo se utilizó para este fin durante dos años, las crónicas sobre la historia de la represión nacionalista, los libros de historia de la Guerra Civil y los manuales de literatura lo bautizaron para siempre como La Colonia.
El edificio histórico fue demolido en los años setenta y sólo quedan los restos de la escalera y el molino. La Junta de Andalucía lo adquirió y lo declaró lugar de Memoria Histórica, como el resto de los yacimientos lorquinos de Víznar y Alfacar. El Ayuntamiento de Víznar ha propuesto su rehabilitación en varias ocasiones.
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Murcia (/ˈmʊərsiə/, US también /ˈmɜːrʃ(i)ə/,[3][4][5] español: [ˈmuɾθja] (escuchar)) es una ciudad del sureste de España,[6] la capital y ciudad más poblada de la comunidad autónoma de la Región de Murcia,[7] y la séptima ciudad del país. Tenía una población de 447.182 habitantes en 2018[8] (aproximadamente un tercio de la población total de la Región). La población total del área metropolitana era de 689.591 habitantes en 2010.
El territorio ha sido habitado por humanos desde la prehistoria. En el actual municipio también vivieron personas durante la Edad del Bronce y del Hierro. Durante el Calcolítico tardío y la Edad del Bronce, la ocupación de parte del actual municipio corrió a cargo del pueblo argárico. Durante el final de la Edad del Bronce y la Edad del Hierro, el pueblo que habitó el actual municipio fue el ibérico. Destaca un edificio religioso, cuyo nombre es el Santuario Ibérico de la Luz[10] Existen vestigios de la presencia de personas durante la dominación romana en la época de la Península Ibérica. Una construcción de la época tardorromana en la Península Ibérica es una fortaleza, el Castillo de los Garres, situada en el sur de la mitad norte del municipio[11].