Construir la mano de obra del futuro a través de los jóvenes talentos
El papel del Programa MAB consiste en apoyar a las partes interesadas proporcionándoles asesoramiento político y asistencia técnica a través de talleres y sesiones de formación. El proyecto considerará a los jóvenes como socios del mismo, y como actores y poseedores de conocimientos que formarán parte del proceso de toma de decisiones. Como participantes activos, los jóvenes deberán intervenir en todas las fases de la toma de decisiones estratégicas, la ejecución del programa y la evaluación.
Esta actividad enseñará a los jóvenes de forma práctica a producir miel, cera y otros productos derivados mediante la creación de una unidad de demostración. Contribuirá a la economía verde al dar a los jóvenes la oportunidad de ser empresarios apícolas y ofrecerá oportunidades de empleo. Otro objetivo de este proyecto es promover el patrimonio cultural inmaterial de la apicultura para garantizar que las generaciones futuras continúen con esta práctica.
Este proyecto pretende contribuir a la mejora de las condiciones de vida de los jóvenes que viven en la reserva de biosfera, reforzando los conocimientos necesarios para el diseño, la puesta en marcha y la promoción de una experiencia de ecoturismo comunitario. Se espera que esta actividad aumente el reconocimiento de la importancia social y ecológica de la reserva de biosfera. Además, el acceso de visitantes a la región generaría un aumento de ingresos, no sólo a los jóvenes que forman parte del proyecto, sino también a todas aquellas personas que participan indirectamente en esta experiencia ecoturística, que pretende dinamizar la economía local. En este sentido, se generaría una alternativa económica para los jóvenes, armonizando el desarrollo local con la conservación y causando un mínimo impacto en los ecosistemas y el patrimonio cultural de la reserva de biosfera.
Implicar a los jóvenes en las decisiones sobre acción climática
El Estudio de Impacto del Programa Jóvenes Construyendo el Futuro, elaborado por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos (Conasami), con datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2020 del INEGI, señaló resultados positivos para los beneficiarios, los más relevantes son:
Para 2030, eliminar las disparidades de género en la educación y garantizar la igualdad de acceso a todos los niveles de educación y formación profesional para las personas vulnerables, incluidas las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y los niños en situación de vulnerabilidad.
Índices de paridad (mujer/hombre, rural/urbano, quintil inferior/superior de riqueza y otros como la situación de discapacidad, los pueblos indígenas y los afectados por conflictos, a medida que se disponga de datos) para todos los indicadores de educación de esta lista que puedan desglosarse.
De aquí a 2030, velar por que todos los educandos adquieran los conocimientos y competencias necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas, mediante la educación para el desarrollo sostenible y estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad entre los géneros, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la apreciación de la diversidad cultural y de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible.
Tres pasos hacia el futuro – Benedict Evans
Page Content 4Todas las partes interesadas, incluidos los gobiernos, el mundo académico, el sector privado y la sociedad civil, pueden diseñar estrategias que ayuden a desarrollar las competencias digitales de los jóvenes y apoyen la plena inclusión económica, social y digital de todos los jóvenes. La tecnología digital puede ayudar a mejorar la educación, reducir el desempleo juvenil y promover el desarrollo socioeconómico, pero para que los jóvenes se beneficien de estas oportunidades, todos ellos deben estar equipados con una serie de habilidades tecnológicas y tener un acceso asequible a la conectividad. Los gobiernos deben centrarse en estrategias que capaciten a los jóvenes para participar más en sus comunidades locales. Tales estrategias incluyen:
Formar una coalición de jóvenes líderes con talento activos en el espacio digital. Los gobiernos pueden hacer un llamamiento a los jóvenes de sus propios países para desarrollar un programa nacional de jóvenes líderes en TIC. Estos líderes juveniles pueden entonces organizar y publicitar campañas, iniciativas, programas juveniles y otras actividades relacionadas con las TIC que trabajen para contribuir al cumplimiento de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. También pueden presionar para conseguir una participación más amplia de los jóvenes en los foros políticos y sociales a nivel local, regional e internacional.
El futuro de la justicia de datos: Poder comunitario y
En el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), estamos implementando una hoja de ruta para preparar a educadores y estudiantes para los desafíos actuales y las oportunidades futuras. Como parte de la Iniciativa de Habilidades para el Siglo XXI del BID, estamos ayudando a los países a transformar sus sistemas educativos trabajando junto a las partes interesadas de los sectores público, privado y de la sociedad civil.
La Iniciativa de Habilidades del Siglo XXI cuenta con programas y productos de conocimiento en seis áreas clave: arte, ciudadanía, habilidades digitales, ciencias del comportamiento, deportes y mindfulness, que tienen como objetivo el desarrollo de habilidades transversales. Creemos en la educación permanente, que integra tanto la educación formal como la no formal, para proporcionar experiencias de aprendizaje flexibles y personalizadas.
Las competencias transversales permiten a los jóvenes reinventarse a lo largo de todas las etapas de la vida, adaptarse a circunstancias cambiantes y diversas e identificar oportunidades de crecimiento en medio de las diferencias. Entre ellas, las competencias del siglo XXI, o competencias transversales que las personas necesitan en el siglo XXI, incluyen: