Ejercicios para ayudar a niños con dislexia

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La dislexia sigue siendo uno de los trastornos del aprendizaje más diagnosticados en el mundo, especialmente en la población infantil .  Esta condición se caracteriza por afectar al cerebro, de manera que los afectados tienen dificultades para procesar el lenguaje escrito y el hablado. Ejercicios para la dislexia

Los problemas para poder escribir y leer correctamente pueden durar toda la vida; y por ello muchos recomiendan poner en práctica diversas técnicas que, hasta ahora, han tenido resultados positivos en la mayoría de las personas que las practican.  Así; En este artículo hablaremos de este tema, especificaremos las características de este trastorno, indicaremos cuáles son las prácticas que ayudan a contrarrestar los síntomas y se indicarán algunos consejos útiles.

La dislexia, para la mayoría de las personas que no están familiarizadas con el término, o con esta condición, sólo la conocen como un tipo de condición médica que es una discapacidad de la lectura.  Sin embargo, es más que eso… ya que incluso algunas personas afectadas pueden tener problemas para hablar o para seguir simples indicaciones sobre cómo proceder en una dirección.  Hay diferentes formas en las que se puede manifestar esta condición, pero igualmente quienes la padecen tendrán más dificultades para emprender el camino del aprendizaje de un idioma, así como en otros temas de aprendizaje. Ejercicios para la dislexia

Cómo ayudar a un niño con dislexia en casa

La dislexia es un trastorno del aprendizaje distinto que suele causar dificultades en la lectura, pero que también puede crear adversidades en la ortografía, la escritura y el habla. El proceso de lectura puede ser bastante complejo, ya que exige la conexión de las letras de una página con los sonidos, la organización de esos sonidos en el orden correcto y el encadenamiento de esas palabras en frases y párrafos.

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Los niños con dislexia suelen tener problemas para emparejar los sonidos de las letras con los símbolos y luego combinarlos para formar palabras. La dislexia suele diagnosticarse desde la edad preescolar hasta el segundo grado y afecta aproximadamente al 20% de la población. Se clasifica como una condición neurobiológica y generalmente se hereda de un familiar directo.

No existe una correlación entre la inteligencia general y la dislexia, pero puede crear dificultades para deletrear correctamente las palabras, aprender un idioma extranjero y la fluidez del habla. No hay forma de “curar” la dislexia, ya que dura toda la vida, pero con la orientación adecuada, los niños con dislexia pueden madurar hasta convertirse en adultos muy inteligentes y con éxito.

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Los padres quieren que sus hijos vayan bien en la escuela y tengan la oportunidad de alcanzar todo su potencial. El aprendizaje en casa puede desempeñar un papel importante cuando un niño tiene dislexia. Leer juntos y encontrar programas de ordenador para niños y aplicaciones que apoyen el desarrollo de las habilidades de lectoescritura son un buen primer paso. Algunos padres pueden querer trabajar directamente con sus hijos en la fonética, la ortografía y los deberes. Otros pueden ser un poco más reacios a asumir el papel de profesor. Se necesita un conjunto especial de habilidades, y no es para todos. Sin embargo, hay muchas cosas que puedes hacer para apoyar el aprendizaje en casa, aunque no des clases particulares a tu hijo.

Si no ha recibido un diagnóstico, quizá se pregunte: ¿es mi hijo disléxico? No todos los padres lo saben con seguridad. Un niño con dislexia suele tener dificultades para leer. Quizá tenga más de un hijo con dificultades para leer. Tal vez usted, su pareja o algún otro miembro de su familia tenga dificultades para aprender a leer. Es posible que la dislexia sea la causa.

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Ver a un niño, por lo demás brillante, luchar con algo “tan simple como una tarea de lectura” puede dejar perpleja a la mayoría de la gente. La incapacidad de relacionarse con los problemas a los que se enfrentan los niños con dislexia puede hacer que tanto los padres como los profesores pasen por alto la importancia de superarlos con eficacia.

Soy tutora de alumnos de secundaria con dislexia en Lengua y Literatura. He descubierto que la implementación de juegos como ejercicios puede dar resultados extraordinarios. Diseccionar el funcionamiento de dos de mis favoritos le ayudará a entender los problemas principales y le dará la posibilidad de adaptar su enfoque a su hijo.

A lo largo de mi experiencia, he observado que los niños con dislexia se benefician en gran medida de las formas cinestésicas de aprendizaje cuando se trata de Lengua y Literatura. No basta con escuchar u observar para establecer correlaciones entre las letras y los sonidos. Cuando se ponen en juego muchos de sus sentidos, las palabras empiezan a cobrar sentido.

Entonces, ¿cómo encajan los juegos en esta narrativa? En primer lugar, los juegos te obligan a poner en práctica una serie de habilidades (como esperar tu turno, que está relacionada con las funciones ejecutivas -inhibición-), a menudo sin que te des cuenta. En segundo lugar, aunque exigen toda tu atención, proporcionan diversión a cambio. Esto supone un aumento de la motivación, lo que hace menos probable que se produzcan distracciones.

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