Demanda medioambiental de Coca-Cola
Los ríos del Reino Unido están bajo presión: son cruciales tanto para las personas como para la naturaleza, pero un escandaloso 86% de ellos no alcanza un buen estado ecológico. Sobreexplotados e infravalorados, nuestros ríos y arroyos se ven muy afectados por la contaminación y la sobreexplotación, en gran parte relacionada con la agricultura.
La situación es especialmente urgente en lo que respecta a nuestros arroyos de creta, refugios puros y ricos en biodiversidad: sólo hay unos 200 en el mundo, la mayoría en el sur de Inglaterra, y todos están gravemente amenazados.
Trabajamos con los agricultores de dos grandes cuencas fluviales de Anglia Oriental: el Cam y el Ely Ouse y el Broadlands. Ofrecemos apoyo sobre el terreno y asesoramiento de expertos para ayudar a reducir el impacto de la agricultura en las fuentes de agua dulce. La modificación de las ruedas de los tractores, por ejemplo, puede reducir significativamente la erosión del suelo, mientras que el uso de cultivos de cobertura puede reducir la escorrentía y la lixiviación de nutrientes, todo lo cual significa que los ríos están menos contaminados y son mejores lugares para que florezca la vida silvestre. El apoyo de Coca-Cola nos permite ayudar a los agricultores a resolver estos y otros problemas.
La deforestación de Coca-Cola
Coca-Cola respondió al reto de convertirse en una empresa más sostenible centrándose en tres grandes pilares: aumentar la ineficiencia energética de las plantas, disminuir el uso del agua y crear botellas ecológicas para sus productos de refresco.
Uno de los primeros lugares donde Coca-Cola empezó a buscar oportunidades fue en sus plantas. La producción de Coca-Cola era un asunto extremadamente intensivo en energía. En 2010, la producción de refrescos consumía 0,57 megajulios por litro y producía 78,3 gramos de CO2 nocivo por litro[2]. Con una producción anual de unos 2.000 millones de cajas, a una media de 5,6 litros por caja, esto se traduce en unos 1,7 TWh de energía en 2010. Para ponerlo en perspectiva, según el Banco Mundial, todo el país de Níger (16 millones de habitantes) utilizó aproximadamente 25 TWh durante ese mismo periodo[3]. Asimismo, en 2010 la producción de coque supuso la emisión de unas 600.000 toneladas métricas de CO2. Mediante la inversión de cientos de millones en proyectos de eficiencia energética, por ejemplo, la creación de plantas de “calor y electricidad combinados” en los centros de fabricación de Nigeria, Coca-Cola ha logrado tanto la eficiencia energética como la reducción de las emisiones en un 30% en un período de 5 años[1].
Coca-cola net zero
Dirigir un gigante internacional como Coca-Cola (KO -1,01%) es un asunto complejo que implica hacer muchas concesiones. Durante mucho tiempo, el medio ambiente y el efecto de la empresa en él no formaban parte de la ecuación, pero esto está cambiando cada vez más.
Sin embargo, crear un mundo más limpio no es tan fácil como puede parecer a primera vista, y las respuestas obvias a veces no lo son tanto, por lo que Coca-Cola se aferra al plástico mientras trabaja para ser ecológica.
Algunos grupos ecologistas calculan que hay más de 50 billones de partículas microscópicas de plástico en los océanos del mundo. Eso supone unas 269.000 toneladas de plástico. Pero el plástico no es sólo microscópico: los residuos de plástico también se acumulan en enormes remolinos oceánicos. Hay uno llamado la Gran Mancha de Basura del Pacífico y tiene su propia página en Wikipedia. Está claro que el plástico es una pesadilla para el medio ambiente, dado que suele estar hecho de petróleo y puede durar cientos de años, según algunas estimaciones, dependiendo del tipo.
No es de extrañar que los ecologistas quieran que los plásticos desaparezcan. Por desgracia, no es tan fácil. El plástico es una sustancia muy útil y, a pesar de lo que se quiera creer, las alternativas no siempre son mejores. Por ejemplo, Coca-Cola explica que el aluminio y el vidrio pueden tener una huella medioambiental peor que el plástico, dependiendo de cómo se fabriquen y de si se reciclan o reutilizan. La clave está en el reciclaje y la reutilización, que -cuando se hace bien- pueden hacer del plástico una sustancia tan deseable como el aluminio o el vidrio.
Cuestiones medioambientales de Coca-Cola
Nuestro objetivo es ayudar a recoger y reciclar una botella o lata por cada persona que vendemos en todo el mundo. Para lograrlo, seguiremos haciendo que nuestros envases sean 100% reciclables y trabajaremos con diversas partes interesadas para garantizar que las botellas se recojan y reciclen
El dinamismo del estilo de vida y los patrones de consumo del hombre han alterado la fabricación y el envasado de la mayoría de los productos. Esto es el principal responsable de que los materiales de envasado hayan pasado de ser biodegradables a ser resistentes a la naturaleza, con un impacto devastador en el medio ambiente.
El coste de producción de los materiales de envasado también ha empezado a repercutir en los productos, tensando así la cadena de valor, con el potencial de alimentar la inflación. Además de la sostenibilidad medioambiental, el impacto económico del reciclaje obliga a la humanidad a incluirlo en los procesos de fabricación actuales.
Al hablar de los programas comunitarios de la empresa y de su visión de un mundo sin residuos, el director general y vicepresidente de Coca-Cola Nigeria, Alfred Olajide, reiteró el compromiso de la empresa con un mundo sin residuos. En sus palabras, “queremos hacer que el reciclaje sea más accesible (para la gente y las comunidades), para lograr el 100% de recogida y reciclaje en 2030”.