Электромагнитное поле от Витафона (Vitafon
El Informe de la BioIniciativa es un informe sobre la relación entre los campos electromagnéticos (CEM) asociados a las líneas eléctricas y los dispositivos inalámbricos y la salud. Fue autopublicado en línea, sin revisión por pares, el 31 de agosto de 2007, por un grupo “de 14 científicos, investigadores y profesionales de la política de salud pública”. El informe de la BioIniciativa afirma que se trata de un examen de los controvertidos riesgos para la salud de los campos electromagnéticos y la radiación de radiofrecuencia[1]. Parte del material actualizado de la BioIniciativa se publicó en una revista en un número editado por uno de los miembros del grupo[2], y el 7 de enero de 2013 se publicó una versión de 2012 del informe[3]. Ha sido muy criticado por grupos de investigación independientes y gubernamentales por su falta de equilibrio.
En 2006, en la reunión anual de la Sociedad de Bioelectromagnética, se celebró un minisimposio sobre campos electromagnéticos y radiación de radiofrecuencia para presentar la ciencia que muestra los efectos biológicos, y las medidas de precaución adoptadas por países de todo el mundo. El Grupo de Trabajo de la Bioiniciativa surgió de esta conferencia y decidió redactar un informe sobre la ciencia y los riesgos para la salud con el fin de alertar a las personas que podrían traducir la ciencia en políticas públicas. Desde octubre de 2006 hasta agosto de 2007, 14 científicos y expertos en salud pública, encabezados por Cindy Sage y David O. Carpenter, trabajaron para elaborar recomendaciones para el Informe de la Bioiniciativa[4].
Los niveles más altos de radiación CEM en Saanich
FolletosEn diciembre de 2007, la Iniciativa de Competencia para la Protección de la Humanidad, el Medio Ambiente y la Democracia ha iniciado su serie de folletos Efectos de las tecnologías de comunicación inalámbrica. Las primeras traducciones de los folletos de dicha serie también están disponibles en línea.
Basadas en un amplio conjunto de datos científicos, las publicaciones confirman la conclusión a la que llegó el Informe de la BioIniciativa (www.bioinitiative.org) en 2012: La sobrecarga de la organización biofísica de la vida con millones de campos electromagnéticos generados artificialmente es una de las aberraciones más peligrosas de nuestro tiempo. En aras de intereses económicos miopes y de soluciones tecnológicas obsoletas, el Estado democrático de derecho ofrece una política técnica y económica que no puede conciliarse con su responsabilidad de precaución ni con los derechos fundamentales y de protección actualmente vigentes de sus ciudadanos.
Con nuestras publicaciones impresas y en línea, nos esforzamos no sólo por mostrar los riesgos y los efectos sobre la salud que conocen los investigadores independientes. También queremos llamar su atención sobre las consecuencias sociales cuando la verdad y los seres humanos son tratados con desprecio.
Bioinitiative 2012 español en línea
Líneas y teléfonos móvilesVolver a línea automática Un grupo de trabajo internacional de científicos, investigadores y profesionales de la política de salud pública (The BioInitiative Working Group) ha publicado su informe sobre los campos electromagnéticos (CEM) y la salud. Plantea una seria preocupación sobre la seguridad de los límites públicos existentes que regulan la cantidad de CEM permitida por las líneas eléctricas, los teléfonos móviles y muchas otras fuentes de exposición a los CEM en la vida cotidiana.
El cableado y la conexión a tierra de los edificios y los electrodomésticos se relacionan con un mayor riesgo de leucemia infantil y pueden sentar las bases de los cánceres en la edad adulta. Un informe del Grupo de Trabajo de Bioiniciativa (www.bioinitiative.org) publicado el viernes 31 de agosto documenta las pruebas científicas de que la exposición a los CEM de las líneas eléctricas es responsable de cientos de nuevos casos de leucemia infantil cada año en Estados Unidos y en todo el mundo.
El informe proporciona información científica detallada sobre las repercusiones en la salud cuando las personas se exponen a radiaciones electromagnéticas cientos o incluso miles de veces por debajo de los límites establecidos actualmente por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC de EE.UU.) y la Comisión Internacional para la Protección contra la Radiación No Ionizante en Europa (ICNIRP). Los autores revisaron más de 2.000 estudios y revisiones científicas, y concluyeron que los límites de seguridad pública existentes son inadecuados para proteger la salud pública. Desde el punto de vista de la política de salud pública, es necesario establecer nuevos límites de seguridad pública y limitar el despliegue de las tecnologías de riesgo, basándose en el peso total de las pruebas.
Bioinitiative 2012 español 2021
¿Qué peligro tienen las radiaciones electromagnéticas del vigilabebés para nuestros hijos? Los vigilabebés forman ya parte del equipamiento inicial de todos los niños. Nos envían sonidos o incluso imágenes desde la habitación de los niños, nos aportan cierta seguridad al vigilar el sueño de nuestros pequeños y, por tanto, pueden facilitarnos la vida cotidiana. Sin embargo, las pruebas demuestran que el propio aparato es un importante factor de riesgo: las radiaciones electromagnéticas nos ponen en peligro y, sobre todo, a nuestros hijos, a los que les afectan de forma demostrable.
Algunos vigilabebés funcionan a través del circuito eléctrico de la casa. La transmisión del sonido sólo funciona cuando el transmisor y el receptor están situados en el mismo circuito eléctrico. La desventaja: esto no es posible en todos los hogares (dependiendo del sistema eléctrico instalado), puede ser perturbado por otros aparatos y obliga a enchufar el vigilabebés a una toma de corriente.
El estudio estadounidense de los científicos Lloyd Morgan, Santosh Kesari y Devra Lee Davis de 2014 demuestra la especial electrosensibilidad de los niños. Absorben más radiación de microondas que los adultos: en el cráneo el doble, en la médula ósea hasta diez veces más. Por lo tanto, están expuestos a considerables riesgos para la salud, por ejemplo, trastornos del desarrollo neuronal, ADHS y un mayor riesgo de tumores cerebrales. La dosis adecuada para los niños es tan poco conocida como las consecuencias permanentes. Debido a su menor tamaño corporal, sus huesos más delgados, su mayor contenido de agua y su metabolismo más activo que el de los adultos, no se pueden aplicar a los niños límites válidos de protección contra la radiación. Los autores reclaman una política de educación y prevención.