La red europea de Oficinas de Competencia de Banda Ancha (BCO)
En el marco de la Política Agrícola Común, las subvenciones de la política de desarrollo rural de la UE se ponen a disposición de las empresas que transforman y comercializan productos agrícolas a través de una medida denominada “Añadir valor a los productos agrícolas y forestales”, cuyo objetivo es mejorar la competitividad de la agricultura y la silvicultura. El presupuesto de la UE ha destinado 5.600 millones de euros en ayudas para el periodo 2007-2013. Esta financiación se complementa con el gasto nacional, lo que eleva la financiación pública total a 9.000 millones de euros.
Los Estados miembros deben elaborar Programas de Desarrollo Rural, adaptando la ayuda a sus necesidades mediante objetivos nacionales o regionales y fijando el alcance de la medida para garantizar un uso eficiente de la financiación. Sin embargo, los auditores constataron que sólo se fijaban objetivos generales, que no demostraban cómo la financiación pretendía añadir valor a los productos agrícolas o mejorar la competitividad de la agricultura. A pesar de esta falta de orientación, la Comisión aprobó el programa s. La fiscalización abarcó seis programas nacionales y regionales de desarrollo rural, seleccionados principalmente por su tamaño: España (Castilla y León), Francia, Italia (Lacio), Lituania, Polonia y Rumanía.
Gus van der Feltz sobre la producción a gran escala de verduras frescas
Los cambios en las prácticas ganaderas fueron uno de los factores que contribuyeron al declive de las poblaciones de buitres en toda Europa. El programa LIFE+ Feeding Scavengers en España ha trabajado durante los últimos cuatro años para colaborar con los ganaderos en el desarrollo de técnicas y políticas de gestión de cadáveres que funcionen bien para los ganaderos, los buitres y otras aves rapaces.
La población de buitres cinerarios en España representa ahora más del 96% de la población total europea, gracias a las acciones dedicadas de los proyectos de conservación en los últimos 40 años, que dieron lugar a un aumento de su población en España de apenas 200 parejas en la década de 1970 a más de 2.500 parejas en la actualidad. Sin embargo, con el aumento de la población está surgiendo la amenaza de la falta de disponibilidad de alimento como un factor importante que afecta a esta población. La combinación de medidas para controlar la propagación de la enfermedad de las vacas locas (EEB), como las leyes que obligan a los ganaderos a eliminar de forma segura los restos de los animales, el declive de la práctica del pastoreo extensivo y los controles sanitarios más estrictos de las granjas y mataderos, han provocado una fuerte disminución del alimento disponible para los buitres cinegéticos y otras rapaces en algunas zonas de la geografía ibérica.
ट्रक ने चलती गाड़ी को कुचला #accidente
Fernando Rodríguez Tábara es un joven agricultor de Cerdillo, Zamora (España) que está decidido a hacerse cargo de la granja de su madre. Una decisión difícil, ya que la agricultura extensiva no es nada popular entre los jóvenes. Tampoco lo era en tiempos de sus padres. Pero quiere demostrar que los tiempos han cambiado: él y su patrulla de perros guardianes del ganado son la prueba.
La falta de relevo generacional y la despoblación en el medio rural español es uno de los mayores problemas a los que se enfrenta actualmente la ganadería extensiva. Normalmente se culpa al lobo de ello, aunque las cifras revelan que la situación es la misma en las zonas con y sin presencia de lobos.
Decidí que quería hacerme cargo de la granja de mi madre en contra de su consejo. Ella quería que me fuera a la ciudad, a estudiar y a conseguir otro tipo de trabajo. Sí me fui a la capital y estudié, pero para volver y trabajar con animales, que es lo que realmente me gusta. Crecí en esta región, en esta granja, con el mensaje general de que el lobo era malo. Eso es lo que habían aprendido mis padres y lo que nos cuentan los medios de comunicación y la sociedad (¡incluso los cuentos infantiles!). Yo estaba, por supuesto, en contra del lobo.
Investigación UF/IFAS – Carinata
La realidad del campo en los países latinoamericanos es que muchos jóvenes se han integrado a la producción agrícola contribuyendo al uso de nuevas tecnologías y nuevos conceptos de manejo agrícola, como la Agricultura de Precisión o la Agricultura Inteligente y Sustentable. Los problemas latinoamericanos van de la mano de la escasez de mano de obra, debido a la migración del campo a la ciudad, pero incluso este inconveniente comienza a ser resuelto por la tecnología, que aporta soluciones mecanizadas y digitales al proceso de cosecha y poscosecha en la agricultura.
En España, en cambio, el trabajo agrícola está envejeciendo rápidamente y las estadísticas lo demuestran. Según los datos analizados por el Fondo Español de Garantía Agraria, FEGA, en el ámbito de las ayudas europeas, sólo un 0,55% de los más de 750 mil perceptores de las prestaciones directas de la Política Agraria Común, en 2016 tenían menos de 25 años , lo que corresponde al 1,06% de los pagos directos correspondientes a ese periodo, equivalente a 3.561 millones de euros.