Bandera de Tenerife
Tendencias mundiales, regionales y nacionales de la concentración de hemoglobina y de la prevalencia de anemia total y grave en niños y mujeres embarazadas y no embarazadas para 1995-2011: un análisis sistemático de datos representativos de la población. Lancet of Global Health. 2013;1(1):e16-25. 10.1016/S2214-109X(13)70001-9
Probando la calidad de los métodos bayesianos de evaluación de la edad dental no adulta a los restos esqueléticos juveniles: los niños de la colección de Lisboa y los efectos de la tendencia secular. American Journal of Physical Anthropology. 2008;135:275-83
Demografía medieval
Una de las cuestiones que más se plantea en las discusiones verdaderamente frikis sobre Canción de Hielo y Fuego es la relativa a la población de los Siete Reinos y a cuánta gente vive en cada región, en las tierras más allá del Muro y en las ciudades. Es una discusión bastante importante y se han sacado muchas conclusiones a lo largo de los años.
¿Cómo se determina el tamaño de la población? Elio García, de westeros.org, tiene un excelente vídeo en el que se describen varios métodos para hacerlo. El primero consiste en extrapolar las cifras militares que se nos dan. Estas cifras varían debido a que George R.R. Martin hace que los personajes utilicen conjeturas, estimaciones y a veces (como en el caso de Dorne) información errónea en sus cifras. Pero a lo largo de los libros han surgido ciertas tendencias que han permitido obtener algunas cifras militares bastante precisas y, por tanto, extrapolar una población civil. Otro método consiste en trazar un mapa de los kilómetros cuadrados de Poniente (de forma similar a lo que ya hemos hecho) y luego compararlo con la población de las zonas correspondientes en la vida real (Escandinavia para el Norte, Francia para el Alcance, España para Dorne, etc.) en la época medieval, para ver qué resultados se obtendrían, ajustando factores como la latitud y los largos inviernos.
Atlas de hielo y fuego
El Hierro, apodada Isla del Meridiano, es la segunda isla más pequeña y más al sur y al oeste de las Islas Canarias (Comunidad Autónoma de España), en el Océano Atlántico frente a la costa de África, con una población de 10.968 habitantes (2019)[2] Su capital es Valverde. Con 268,51 kilómetros cuadrados, es la segunda más pequeña de las ocho islas principales de Canarias.
El nombre de El Hierro, aunque se escribe como la palabra española para “hierro”, no está relacionado con esa palabra. La H del nombre del metal deriva de la F del latín ferrum (compárese higa por ‘higo’). La H del nombre de la isla se remonta a la época de la ortografía del español antiguo en la que aún no se había establecido la distinción entre las letras I y J y se escribía una h muda antes de la ie inicial de la palabra para asegurar que la i se leyera como una semivocal, no como la consonante [ʒ][cita requerida].
Sin embargo, el origen del nombre ero o erro o yerro no se conoce definitivamente. Se cree que deriva de una de las varias palabras de la lengua guanche de los habitantes prehispánicos, conocidos como bimbaches. Juan de Abreu Galindo (en un manuscrito traducido y publicado por George Glas en 1764) da el nombre nativo de la isla como Esero (o Eseró), que significa “fuerte”[4].
Población de Westeros
No hace falta que te interesen las supersticiones de la Isla de Man para que te cautiven las ilustraciones y los colores de este número de estreno. Aunque la historia es un poco lenta en esta entrega, sólo los efectos visuales valen el precio del libro.
Los habitantes de la isla -un escenario del mundo real situado a medio camino entre Inglaterra, Irlanda, Escocia y Gales- son muy supersticiosos. Da mala suerte decir la palabra “rata” en una conversación. En lugar de pedir caramelos en Halloween, lo celebran cantando canciones y gritando Hop-tu-Naa para ahuyentar a los visitantes de otro mundo. Y cuando esos duendes y cabras sobrenaturales aparecen, sólo el hierro frío les hace daño, de ahí el nombre de la serie.
Aunque la historia, escrita por Andy Diggle, trata aparentemente de la aspirante a cantante y compositora Kay Farragher, la propia Isla de Man sirve como personaje propio en esta historia mítica contada en tiempos modernos. Kay, una especie de alma perdida, se encuentra con un alma perdida literal en Mona. Mona, que parece venir de otro tiempo o dimensión, es transportada de alguna manera al mundo de Kay por un glashtyn, una especie de duende celta.