Territorios españoles en Marruecos
La evolución demográfica de la Unión Europea (UE) dista mucho de ser uniforme, con considerables variaciones tanto entre los distintos Estados miembros de la UE como dentro de ellos. Un factor que suele ser clave para explicar estas divergencias es la movilidad de los jóvenes, que refleja -entre otras cuestiones- su búsqueda de oportunidades educativas y/o laborales. El aumento de la movilidad de las generaciones más jóvenes puede dar lugar a profundos cambios en las estructuras demográficas de determinadas zonas geográficas, ya que algunas regiones prosperan gracias a la afluencia de generaciones más jóvenes y cualificadas, mientras que otras se quedan atrás. Estos cambios pueden dar lugar a diferencias considerables en las estructuras demográficas, por ejemplo:
El 1 de enero de 2020 había 447 millones de personas viviendo en la UE; esto era 873 mil más que el 1 de enero de 2019. La mayoría de los habitantes de la UE viven en ciudades, pueblos y suburbios relativamente densos, mientras que la gran mayoría de la superficie de la UE está más escasamente poblada. Hay 240 regiones de nivel NUTS 2 y 1 169 regiones de nivel NUTS 3 en toda la UE, a partir de las cuales se puede establecer una tipología detallada para analizar la evolución demográfica. Hay que tener en cuenta que algunas de las diferencias que se tratan a continuación reflejan los criterios utilizados para determinar los límites administrativos que se utilizan para delimitar cada región.
Sitio de ceuta
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, confirmó la medida el martes, añadiendo que Madrid ha enviado 200 policías más a Ceuta para reforzar los 1.200 agentes que actualmente vigilan la frontera con Marruecos.
Además de las 6.000 personas que llegaron a nado a la frontera, en su mayoría hombres pero con algunas mujeres y niños, cientos más intentaron llegar al otro enclave norteafricano de España, Melilla.
Ceuta y Melilla, otro enclave español situado en el norte de África, tienen las únicas fronteras terrestres de la UE con el continente, lo que las convierte en puntos de entrada habituales para quienes buscan una vida mejor en Europa [Javier Fergo/AP].
Otros vídeos verificados por The Associated Press mostraban largas filas de jóvenes haciendo cola a las puertas de un almacén gestionado por la Cruz Roja local, esperando ser registrados por agentes de la Guardia Civil española.
Los acontecimientos se produjeron en un momento de gran tensión entre Madrid y Rabat y llevaron al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, a cancelar un viaje a París, previsto para más tarde el martes, donde iba a asistir a una cumbre de financiación de África.
Población musulmana de Ceuta
IMPACTO: Ceuta y Melilla son ciudades autónomas españolas en el norte de África. Ambas ciudades sirven de frontera entre España y Marruecos. Aunque cada una tiene gobiernos autónomos de España, sus sistemas educativos están gestionados por el gobierno regional español de Andalucía e instituciones como la iglesia católica y el poder judicial están bajo la jurisdicción de Andalucía. Aunque Ceuta y Melilla son de mayoría musulmana, sus barrios están separados entre musulmanes y cristianos de la Península Ibérica. La población musulmana de ambas ciudades sufre discriminación.
La ciudad de Ceuta fue gobernada por Portugal hasta 1580, cuando este país se unió a la Corona española. En 1688, la unión entre los dos reinos terminó y Ceuta quedó bajo dominio español y se integró en la Corona española, donde permanece hoy. Ceuta es una ciudad autónoma con gobierno propio, según la disposición transitoria quinta y el artículo 144 de la Constitución española de 1978. Sin embargo, algunas instituciones como la universidad, el sistema judicial y la autoridad religiosa católica siguen bajo la jurisdicción de Andalucía.
Melilla
Esto desmiente el mito popular de que el fin de la Guerra Fría supuso el fin de los muros fronterizos. La llamada “Muralla de Protección Antifascista” (nombre oficial del Muro de Berlín, según las autoridades de la RDA) y otras vallas fortificadas de Iron Curtin fueron efectivamente derribadas (Szábo, 2018), tras el colapso de los gobiernos comunistas en Europa Central y Oriental y la desintegración de la Unión Soviética. Sin embargo, la cuestión es que el derribo de estas vallas fortificadas no significó que todos los muros fronterizos desaparecieran, ni que la práctica de la construcción de muros hubiera desaparecido mágicamente de la faz de la tierra. De hecho, el periodo posterior a la guerra fría ha sido boyante para esta práctica.
Aquí es donde entran en escena Ceuta y Melilla, dos enclaves marítimos españoles en el norte de África de unos 80.000 habitantes cada uno. Hace casi una década, predije que, lejos de ser un caso aislado, las prácticas de fortificación de fronteras en estos enclaves podrían “convertirse potencialmente en una tendencia en otras fronteras europeas” (Castan Pinos, 2013: 53). Partiendo de este argumento, el presente artículo afirma que estas dos ciudades, que han sido utilizadas como ejemplos ilustrativos del “rebordeado” (Ferrer-Gallardo, 2008) y de la metáfora de la “Europa fortaleza” (Castan Pinos, 2009), pueden ser consideradas las pioneras (al menos en el contexto europeo) de la tendencia de fortificación fronteriza de la posguerra fría.