PIB de España
Salario medio bruto2.648€ / 2.800$ mensuales (2021)Salario medio neto2.039€ / 2.156$ mensuales (2021)Principales industrias[14][15]Rango de facilidad para hacer negocios 30º (muy fácil, 2020)[16]ExteriorExportaciones533.800 millones de dólares (est. 2019)[5]Bienes de exportaciónMaquinaria, vehículos de motor; productos alimenticios, farmacéuticos, medicamentos, otros bienes de consumoPrincipales socios de exportación
Importaciones 463.100 millones de dólares (est. 2019)[5]Bienes de importaciónCombustibles, productos químicos, productos semielaborados, productos alimenticios, bienes de consumo, maquinaria y equipos, instrumentos de medición y control médicoPrincipales socios de importación
La economía de España es una economía social de mercado muy desarrollada[21]. Es la decimocuarta del mundo por PIB nominal y la quinta de Europa. España es miembro de la Unión Europea y de la zona euro, así como de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico y de la Organización Mundial del Comercio. En 2019, España fue el decimoquinto exportador mundial y el decimocuarto importador. España figura en el puesto 25 del Índice de Desarrollo Humano de Naciones Unidas y en el 32 del PIB per cápita del Banco Mundial. Según The Economist en 2005, España tenía la 10ª calidad de vida del mundo[22] Algunas de las principales áreas de actividad económica son la industria del automóvil, la tecnología médica, los productos químicos, la construcción naval, el turismo y la industria textil.
PIB de la OCDE en España
La pandemia está teniendo un efecto muy severo, que varía según los sectores y las regiones. Dada la gravedad del problema, se necesita una estrategia política global. Se hacen propuestas concretas sobre dicha estrategia, distinguiendo entre el corto y el largo plazo.
Las drásticas medidas adoptadas para contener la primera oleada de la epidemia en España incluyeron estrictas pautas de distanciamiento social y una dura orden de confinamiento y cierre que cerró muchas actividades económicas importantes durante muchas semanas y obligó a la interrupción temporal de muchas otras mientras los lugares de trabajo se adaptaban a los nuevos requisitos sanitarios. Las actividades que se vieron más gravemente afectadas son las consideradas “no esenciales” que requieren movilidad o contacto cara a cara y tienden a generar aglomeraciones, como el comercio minorista no esencial, el transporte y el turismo, la restauración, los servicios personales o el ocio. Durante el periodo de cierre, las empresas y negocios afectados vieron cómo sus ingresos descendían bruscamente, hasta llegar a cero en muchos casos, pero siguieron afrontando muchos costes, situación que provocó el rápido deterioro de su situación financiera. Del mismo modo, muchos trabajadores sufrieron importantes reducciones de ingresos tras perder su empleo o ser despedidos o por el impacto de la crisis en su volumen de negocio en el caso de los autónomos.
PIB España 2020
El crecimiento se debilitó en el primer trimestre, ya que el gasto de los hogares se vio lastrado por el aumento de la inflación y la propagación de la variante Omicron. En cuanto al segundo trimestre, en abril, una sólida recuperación del turismo probablemente apuntaló el sector terciario, como indica el aumento del índice de precios al consumo de los servicios, mientras que la tasa de desempleo disminuyó y las ventas al por menor repuntaron con fuerza. Sin embargo, la elevada inflación, la escasa confianza de los consumidores y la menor expansión de la actividad manufacturera invitan a la cautela. Mientras tanto, la Comisión Europea advirtió recientemente de los desequilibrios en las cuentas públicas, y la autoridad fiscal independiente lamentó la ausencia de una estrategia a medio plazo para controlarlos. Además, el Banco de España ha reclamado reformas adicionales para garantizar la sostenibilidad del sistema público de pensiones.
Aunque el ritmo de crecimiento se reducirá este año, debería seguir siendo relativamente sólido. La recuperación del sector turístico y la entrada de fondos de la UE deberían apuntalar la economía. Aunque el ahorro acumulado y el aumento del empleo apoyarán el gasto de los consumidores, éste se verá restringido por la elevada inflación. El aumento de los tipos de interés y la debilidad de la situación fiscal ensombrecen las perspectivas. Nuestros panelistas prevén ahora que la economía crezca un 4,4% en 2022, lo que supone un descenso de 0,3 puntos porcentuales respecto a las previsiones del mes pasado, y un 3,1% en 2023.
Estadísticas de España
En los últimos meses, numerosas señales están provocando preocupación en el entorno internacional. El pico de crecimiento del ciclo expansivo de los últimos años ha quedado atrás y la economía mundial ha comenzado a desacelerarse. Mientras tanto, la liquidez mundial ha comenzado a disminuir y la deuda global es ahora mayor que antes de la última crisis (317% del PIB en el segundo trimestre de 2018).
En la eurozona, tras crecer un 2,4% en 2017, la desaceleración observada en 2018 continuará a lo largo de este año, con un crecimiento que apenas alcanzará el 1,5%. Cada décima de menor crecimiento en la zona euro representa una décima de menor crecimiento en España en promedio, salvo que otros factores lo compensen. Con el fin del QE del Banco Central Europeo (BCE), los mercados esperan que los tipos de interés empiecen a subir gradualmente en la segunda mitad de 2019. El menor crecimiento del comercio internacional, el proteccionismo, el posible auge de los movimientos populistas en las elecciones europeas, la renovación de cargos clave en las instituciones europeas, el Brexit y la incertidumbre sobre Italia son algunas de las mayores amenazas para el crecimiento europeo en 2019.