Qué hacer si su hijo sufre acoso escolar
Es terrible pensar que el acoso escolar solía considerarse una parte común de la experiencia infantil. Afortunadamente, esta creencia terriblemente equivocada se ha corregido en los últimos años, ya que hemos redefinido lo que es el acoso y hemos aprendido lo devastador que puede ser para la salud mental y el bienestar de nuestros hijos a corto y largo plazo. Anteriormente, el acoso escolar se utilizaba para referirse coloquialmente a cualquier niño que tuviera un comportamiento poco amable. Ahora, más bien, se refiere a un patrón repetido de comportamiento malintencionado y potencialmente agresivo que suele darse en una dinámica de poder o jerarquía social.
Como padres, no queremos que nuestros hijos sufran acoso y, desde luego, no queremos que empiecen a dudar de sí mismos y de su valía, o que desarrollen depresión, ansiedad o pensamientos suicidas como consecuencia de ello.
Si su hijo sufre acoso escolar, quizá se pregunte cuál es la mejor manera de apoyarlo. Una cosa muy importante que hay que saber es que el apoyo de los padres es un amortiguador clave de los efectos negativos del acoso. Otros amortiguadores son el apoyo de los profesores y el apoyo de un buen amigo.
Qué hacer si su hijo sufre acoso escolar
¿Qué hacer si descubre que su hijo o hija es víctima de acoso escolar? Lamentablemente, el acoso escolar sigue siendo un hecho habitual en nuestra juventud. Las estadísticas indican que 1 de cada 2 jóvenes sufre acoso en algún momento antes de los 20 años. De hecho, los CDC consideran que el acoso es un problema importante de salud pública. Sin embargo, muchos jóvenes, y algunos adultos, carecen de una comprensión fundamental de lo que se considera acoso. El acoso escolar se define como un comportamiento no deseado y repetitivo que pretende causar daño físico o emocional. Aunque el acoso se asocia comúnmente con comportamientos físicamente agresivos como los golpes o los puñetazos, el acoso verbal, como los insultos, la intimidación, la exclusión social y el ciberacoso también son formas de acoso.
La vergüenza puede ser la emoción más destructiva que se experimenta cuando alguien está siendo acosado, porque la vergüenza comunica el mensaje de que la persona acosada es quizás culpable de alguna manera de lo que le está sucediendo. Los sentimientos de vergüenza pueden afectar a la autoestima, al rendimiento académico y, finalmente, provocar síntomas de ansiedad y depresión.
Cómo proteger a su hijo del acoso escolar
El acoso escolar puede adoptar muchas formas: Puede ser físico (empujones, puñetazos o golpes); verbal (insultos o amenazas); o psicológico y emocional (difundir rumores o excluir a alguien de una conversación o actividad).
“Los síntomas típicos del acoso escolar incluyen quejas físicas, como dolores de barriga, así como preocupaciones y miedos, y que el niño no quiera ir al colegio”, dice el doctor Steven Pastyrnak, jefe de la división de psicología del Hospital Infantil Helen DeVos de Grand Rapids, MI. “Una defensa normal es evitar o retirarse de las cosas que la estresan”.
Por supuesto, estos síntomas no son exclusivos del acoso escolar, pero aún así justifican una investigación más profunda de lo que puede estar detrás de ellos. “Hay que seguir averiguando qué está pasando”, dice Lauren Hyman Kaplan, consejera escolar y especialista en educación socioemocional y prevención del acoso escolar.
Puede ser útil hacer preguntas y hacer que tus hijos hablen de su situación social. Por ejemplo, averigüe con qué amigos se lleva bien y con cuáles no. “El establecimiento de una buena comunicación debe empezar mucho antes de que los niños tengan problemas de acoso”, dice el Dr. Pastyrnak. “Mantén una comunicación muy general para los niños más pequeños, pero si sospechas que hay un problema o si tu hijo ha vocalizado un problema, presiona para obtener más detalles”.
Consejos para padres sobre el acoso escolar: qué pasa si su hijo es el
Los signos anteriores son señales de acoso escolar, pero también son signos de otro tipo de abuso. Si tu hijo muestra alguno de estos signos habla con él y con el personal del colegio para saber más sobre lo que está pasando.
Habla con la escuela de tu hijo/adolescente. Llame o concierte una cita para hablar con su profesor. Es probable que los profesores estén en la mejor posición para entender las relaciones entre su hijo y otros compañeros en su escuela.
Si, después de hablar con su hijo y su escuela y no cree que su hijo esté siendo acosado, manténgase alerta ante otros posibles problemas que su hijo pueda estar experimentando problemas graves que podrían causar depresión, aislamiento social y pérdida de interés en la escuela y comparta sus preocupaciones con un consejero o psicólogo de la escuela.