Alimentos para la recuperación muscular
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La doctora Vanessa Nzeh es una médico de medicina interna y pediatría a la que le apasiona la defensa del paciente, la integración de la salud materno-infantil, así como el aumento de la diversidad y la inclusión en la educación médica.
Los alimentos energéticos permiten reparar y mantener adecuadamente los tejidos, las células y los huesos. Cuando se sufre cualquier tipo de lesión en el cuerpo o se somete a un procedimiento médico -desde una intervención mínimamente invasiva hasta una cirugía mayor-, consumir los alimentos adecuados puede ponerle en un camino más rápido para que su cuerpo vuelva a funcionar.
La Clínica Cleveland sugiere que las necesidades dietéticas aumentan cuando el cuerpo lucha contra las heridas y las infecciones. Cuando el cuerpo se recupera de una dolencia, hay que aumentar la ingesta de calorías. Esto incluye aumentar la cantidad diaria de vitaminas, minerales y proteínas. En un día normal, la Clínica Cleveland sugiere que consuma lo siguiente cuando su cuerpo está en proceso de curación:
Nutrientes para la cicatrización de heridas
Tanto si se trata de una prótesis de rodilla o de cadera, de la extirpación de un tumor o de cualquier otra cosa, una vez finalizada la intervención quirúrgica siempre se produce un proceso: el médico limpia y cierra las incisiones que ha realizado. Una vez hecha la incisión, comienza el proceso de curación del cuerpo.
Nuestro cuerpo está diseñado para curar cualquier daño en la piel y los tejidos que se produzca, si tenemos las herramientas adecuadas para hacerlo. Para asegurarse de que la incisión cicatriza correctamente, no sólo hay que prestar atención a la limpieza y los cuidados adecuados, sino también a la nutrición.
Una buena nutrición hace posible el proceso de cicatrización, explica el doctor Jeff Nelson, investigador científico senior de Abbott especializado en la cicatrización de heridas, y es necesario dar prioridad a ciertos aminoácidos, vitaminas y minerales en la dieta para la recuperación. Pero, ¿cómo funciona esto? ¿Y qué le ocurre a nuestro cuerpo durante la recuperación de la cirugía?
Las heridas crónicas, en cambio, son aquellas que no muestran una mejoría en la cicatrización en aproximadamente 30 días, como las lesiones por presión o las úlceras en los pies derivadas de problemas como la inmovilidad y la diabetes. A menudo, los adultos mayores que se encuentran en centros de atención a largo plazo sufren lesiones por presión, también conocidas como úlceras de decúbito. Las heridas crónicas pueden provocar más complicaciones y requerir cuidados adicionales.
Alimentos para las heridas
Tu cuerpo utiliza los nutrientes de los alimentos saludables para curar las heridas causadas por una lesión, una operación o lesiones por presión. No existe una dieta especial que cure la herida, pero un plan de alimentación saludable puede ayudar a que la herida se cure más rápidamente. Los nutrientes que son importantes para la cicatrización son las proteínas, el zinc y la vitamina C. Los líquidos también son importantes para la cicatrización de las heridas.
Tu dietista te dirá cuántas proteínas y cuántas calorías necesitas al día. La cantidad media de proteínas en los alimentos se indica a continuación en gramos (g). Para saber la cantidad exacta de proteínas de un alimento, lea las etiquetas de los productos envasados.
La vitamina C se encuentra en las frutas y verduras. Las frutas como las naranjas, las fresas, los pomelos, los melones y las mandarinas son buenas fuentes de vitamina C. Los pimientos rojos y verdes, el brócoli, las patatas, los tomates y las coles también son ricos en vitamina C.
Buenas fuentes de zinc son la carne de vacuno, el hígado y el cangrejo. Las semillas de girasol, las almendras, la mantequilla de cacahuete, los huevos y la leche contienen pequeñas cantidades de zinc. Otros alimentos que contienen zinc son el germen de trigo, los guisantes de ojo negro y los productos integrales.
Alimentos curativos
“En los últimos cinco o diez años, hemos desarrollado un conocimiento mucho mejor de cómo optimizar la curación de los pacientes”, afirma el Dr. David C. Evans, cirujano del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio, especializado en traumatología y cuidados críticos quirúrgicos.
Después de una intervención quirúrgica o de una herida, es especialmente importante equilibrar la ingesta de ciertos nutrientes. Si se sabe con suficiente antelación que se va a operar, se puede empezar a construir la nutrición e incluso se puede aumentar la fuerza con el ejercicio, como caminar y el entrenamiento de resistencia ligera.
“Las proteínas se descomponen en aminoácidos, que son los componentes básicos que nuestro cuerpo puede utilizar para reconstruir los tejidos”, dice. “Tomar raciones generosas de proteínas en todas o casi todas las comidas marca la diferencia”.
Las aves de corral, la ternera, el cerdo, el pescado, la leche, el queso, el yogur griego o los huevos son algunas de las mejores fuentes de proteínas, pero si eres vegano o vegetariano estricto, puedes encontrarlas en otras fuentes, como los alimentos de soja, las nueces/mantequilla de frutos secos y las judías.