¿Qué efecto tienen las subvenciones salariales en el empleo?
Entre marzo y septiembre de 2020, el 41,6% de todas las empresas empleadoras que estaban activas en febrero de 2020 utilizaron el CEWS al menos una vez. Este uso se asoció con una probabilidad 6,9 puntos porcentuales menor de ser cerrado, donde el cierre se define como no tener ningún empleo durante todo el período de seis meses de octubre de 2020 a marzo de 2021. Este resultado tiene en cuenta las características prepandémicas de las empresas, la estacionalidad de los cierres y el uso de otros programas de apoyo. Las tasas de crecimiento del empleo acumuladas entre febrero de 2020 y la media de los tres últimos meses de 2020 fueron 5,0 puntos porcentuales superiores entre las empresas supervivientes que utilizaron el CEWS y las que no lo hicieron. El estudio también muestra que cuando se tiene en cuenta la endogeneidad de la elección de utilizar el CEWS, el impacto de utilizarlo aumenta, es decir, la probabilidad de cierre disminuye más y la tasa de crecimiento del empleo condicionada a la supervivencia aumenta.
Por último, el estudio indica que las empresas con mayor riesgo de cierre debido a sus características prepandémicas (los entrantes en 2019, las empresas más pequeñas, las empresas menos productivas y las empresas con menos liquidez, mayor endeudamiento, pocos activos y menor rentabilidad) y las empresas de los sectores de alojamiento y alimentación, y de artes, entretenimiento y ocio (que se vieron más directamente afectadas por los desplazamientos y las restricciones a la concentración) se beneficiaron más del uso del CEWS, en comparación con todas las empresas empleadoras.
Economía de las subvenciones salariales
Un subsidio salarial es un pago a los trabajadores por parte del Estado, realizado directamente o a través de sus empleadores. Su finalidad es redistribuir la renta y evitar la trampa del bienestar atribuida a otras formas de ayuda, reduciendo así el desempleo. Lo más natural es que se aplique como una modificación del sistema del impuesto sobre la renta.
El subsidio salarial fue propuesto por A. C. Pigou en su libro de 1933 La Teoría del Desempleo[1]. Posteriormente fue defendido por los economistas estadounidenses Edmund Phelps[2] y Scott Sumner,[3] por el asesor político estadounidense Oren Cass,[4] y por el economista británico Tony Atkinson bajo el nombre de renta de participación[5].
Representación esquemática del subsidio salarialEl impuesto sobre la renta es el pago que realiza el trabajador al Estado en función de sus ingresos. El subsidio salarial es un pago en sentido contrario. Puede presentarse como una modificación del funcionamiento del impuesto sobre la renta por debajo de su umbral. En un sistema convencional, el impuesto a pagar sobre una renta y puede ser mostrado por la línea roja sólida en el diagrama, donde θ es el umbral. En un sistema de subvención salarial, la contribución del trabajador al Estado podría mostrarse mediante la línea discontinua por debajo de θ, siendo negativa para los trabajadores con rentas bajas. s es el importe de la subvención.
Significado de las subvenciones salariales
Los subsidios al empleo se han utilizado en todo el mundo para crear puestos de trabajo cuando las perspectivas de empleo de un grupo concreto son bajas. Durante una pandemia, esta misma herramienta política puede utilizarse para ayudar a las empresas a retener a los trabajadores. A raíz de la crisis económica de 2008, se introdujo en México una subvención salarial para animar a las empresas manufactureras a retener a los trabajadores. Las empresas que retuvieron a sus trabajadores recibieron subsidios en lugar de despedirlos durante la crisis. La evidencia sugiere que los subsidios salariales reducen la destrucción de empleo en las industrias manufactureras.
Las políticas de subsidios salariales representan casi un tercio de todas las políticas del mercado laboral consideradas durante la pandemia. En un documento vivo, los expertos ofrecen una visión global de los programas y políticas de subsidios salariales que se están aplicando en respuesta a la pandemia. La versión de mayo de 2021 del documento vivo cuenta con 120 países con algún tipo de programa de subsidios.
Las tasas de implementación entre los países de bajos ingresos (LIC) y los países de altos ingresos (HIC) difieren y son generalmente más bajas en los LIC. Los países de renta baja suelen tener una menor proporción de trabajadores asalariados formales, una menor capacidad institucional y una capacidad fiscal limitada. Además, la aplicación de la política de subsidios salariales varía según los países; algunos permiten a las empresas reducir el tiempo de trabajo, mientras que otros prohíben a las empresas despedir a los trabajadores. La cuantía de los subsidios salariales también varía de un país a otro, ya sea fija, independientemente del sector de la empresa o de las pérdidas de ventas o beneficios de las empresas, o proporcional y dependiente de los daños económicos sufridos por las empresas.
Subsidio salarial frente al salario mínimo
ResumenEste documento examina las experiencias internacionales con la aplicación de subsidios salariales y elabora un marco político para orientar su diseño en los países en desarrollo. Los datos sugieren que, si el objetivo es únicamente crear puestos de trabajo, es poco probable que los subsidios salariales sean un instrumento eficaz. Sin embargo, los subsidios salariales podrían servir para ayudar a los que buscan empleo por primera vez o a los que han pasado por largos periodos de desempleo o inactividad, para que adquieran cierta experiencia laboral y, de paso, desarrollen sus capacidades y mejoren su empleabilidad. Si estos efectos de “aprendizaje” son lo suficientemente grandes, los beneficios sociales de los subsidios salariales podrían compensar su coste. Cuando los subsidios salariales se diseñan con estos objetivos en mente, hay importantes implicaciones en términos de elegibilidad y selección, cómo se establece el subsidio, su duración y los tipos de condicionalidades para los empleadores y los beneficiarios. Dada la incertidumbre respecto a su impacto, en todos los casos, los programas deberían ser pilotados y evaluados antes de su implementación a gran escala.JELsJ2, J3, J6