La terapia de la depresión no ayuda
Muchos niños tienen problemas que afectan a su forma de sentir, pensar o actuar. La terapia es una forma de obtener ayuda para estos problemas. Si vas a terapia, te reunirás con un terapeuta para hablar y aprender. La terapia ayuda a los niños a aprender a enfrentarse mejor, a comunicarse mejor y a actuar mejor.
Los niños necesitan terapia cuando tienen problemas que no pueden afrontar solos. La terapia les ayuda a hablar de sus sentimientos y a aprender nuevas habilidades. Les ayuda a resolver sus problemas. A medida que esto sucede, los niños empiezan a probar nuevas habilidades y a mejorar.
En la terapia, los niños aprenden hablando y haciendo. Los terapeutas realizan actividades con los niños que les enseñan habilidades. Los niños aprenden a utilizar estas habilidades para resolver sus problemas. El terapeuta elogia y apoya a los niños mientras aprenden. Esto ayuda a los niños a dar lo mejor de sí mismos y a sentirse orgullosos del trabajo que están haciendo.
Razones para ir a terapia
En una sociedad que suele centrarse en lo material, es fácil justificar los gastos que mejoran nuestro atractivo. Tenemos un incentivo natural para preocuparnos por nuestro aspecto: la apariencia física se enfatiza como el fin de todo prácticamente en todos los medios de comunicación. Compramos cuotas de gimnasio para tener un aspecto determinado, como si reflejar la perfección física que vemos en los medios de comunicación nos hiciera mágicamente felices. También se considera que ir al gimnasio es la principal vía para “estar sano”, pero no se hace el mismo hincapié en la mejora de la salud psicológica. ¿Por qué?
Probablemente, la razón por la que se resta importancia a la salud psicológica es porque se considera que mejorarla no tiene el mismo efecto en nuestra apariencia que el gimnasio. Sin embargo, incluso la afirmación de que la terapia no tiene impacto en nuestra apariencia puede ser refutada: la investigación ha demostrado que nuestra salud mental afecta a la forma en que los demás perciben nuestra apariencia física – y si quieren hacerse amigos de nosotros (Rosenblatt & Greenberg, 1988; Chancellor, Layous, Margolis, & Lyubomirsky, 2017). Otro argumento (quizás menos superficial) para la importancia de la terapia es el efecto de flotación. La terapia nos ayuda a superar los momentos difíciles, que son inevitables dado que la vida es impredecible, a menudo extraña y frecuentemente dolorosa. Como factor de protección, la terapia puede ayudar a suavizar los baches en el camino, así como hacer que algo bueno sea aún mejor. ¿Intrigado pero aún no convencido? Lea 5 razones por las que la terapia influye positivamente en la salud psicológica a largo plazo.
Qué es la psicoterapia
¿Sirve de algo ir al psicólogo? Sí, podemos decir que para algunos problemas, sí. Si considera un problema como la ansiedad elevada, 7 u 8 personas de cada 10 pueden esperar estar sustancialmente menos ansiosas después del tratamiento psicológico. Lo sabemos porque los psicólogos han investigado la eficacia de nuestros métodos de tratamiento. Esencialmente, hacen pruebas a, digamos, 100 personas con mucha ansiedad antes del tratamiento y luego vuelven a probar su nivel de ansiedad después del tratamiento. Se ha demostrado que determinadas formas de tratar a las personas, por ejemplo, Mindfulness, ACT, Terapia Cognitiva Conductual (TCC), funcionan, por lo que se denominan enfoques basados en la evidencia.
Lo que nunca debes decirle a tu terapeuta
Algunas personas acuden al psicólogo para desarrollar estrategias de afrontamiento para reducir o controlar los síntomas de la enfermedad mental. Este tipo de trabajo puede ser a corto o medio plazo, pero también puede implicar una visita menos frecuente a largo plazo para hacer frente a los contratiempos o evitar recaídas.
Otras personas acuden a la terapia para comprender patrones de larga duración (como los problemas de relación) que se derivan de experiencias durante su infancia, o para recibir apoyo continuo. Este tipo de trabajo suele desarrollarse durante un periodo de tiempo prolongado, aunque también depende de las preferencias del cliente.
A veces, las personas acuden a la terapia para una sola sesión o para un puñado de sesiones en las que se habla de un problema específico de su vida o se aborda una preocupación concreta. Aunque los problemas y los retos son los que suelen llevar a la gente a un psicólogo (al menos al principio), la terapia también puede ser un espacio para el autodesarrollo y el crecimiento.
Al principio de la primera sesión, el psicólogo repasará brevemente con usted la documentación importante. Esto incluirá la cumplimentación de un formulario con información personal básica y un formulario de consentimiento que cubre temas como la confidencialidad, los honorarios y otra información importante sobre las sesiones. Si ha sido remitido por un médico de cabecera o un psiquiatra, en este momento discutiremos los detalles de su plan de tratamiento de salud mental.