¿Qué ha logrado AMLO?
Andrés Manuel López Obrador promete “transformar” a México en un país más seguro y equitativo. Pero los retos que enfrentará en los próximos seis años son inmensos. A continuación, AQ echa un vistazo a cinco de las mayores prioridades de AMLO – y por qué lograr sus resultados deseados puede ser más fácil de decir que de hacer.
Reducir la violenciaAMLO quiere, en última instancia, una política de seguridad centrada en las causas de la violencia, como el desempleo juvenil, el crecimiento económico desigual y la corrupción. Pero a corto plazo, su estrategia para reducir la delincuencia relacionada con el narcotráfico se parece mucho a la de su predecesor: el despliegue de los militares en los puntos conflictivos del país y la reestructuración de las fuerzas de seguridad para agilizar la toma de decisiones.
Probabilidades de aplicación: AltasLos planes para renovar los programas sociales y liberalizar la política de drogas cuentan con un amplio respaldo de los mexicanos. Más controvertidas -aunque es probable que se aprueben de alguna manera- son las propuestas de justicia transicional y de amnistía para los delincuentes de poca monta. Luego está la guardia nacional. Incluso muchos partidarios de AMLO se muestran escépticos sobre sus planes de crear una nueva fuerza compuesta por unidades militares y de la policía federal; conseguir que las reformas constitucionales necesarias para su plena aplicación pasen por el Congreso ya ha consumido capital político. Sin embargo, dejando de lado algunos ajustes, la creación de la nueva fuerza es casi segura.
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El problema político de México – VisualPolitik ES
Andrés Manuel López Obrador -conocido simplemente como AMLO- asumió la presidencia de México el 1 de diciembre de 2018 con un sólido mandato. Ganó una clara mayoría en las elecciones nacionales del 1 de julio, superando a sus rivales tanto del conservador Partido de Acción Política Nacional (PAN) como del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI). Su Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA) y sus aliados electorales dominarán ambas cámaras del Congreso y se hicieron con cinco de las nueve gobernaciones estatales en liza, junto con sus legislaturas estatales.
Tales márgenes podrían dar a López Obrador más poder federal que a ningún otro presidente desde el año 2000, cuando México puso fin a siete décadas de gobierno monopartidista.1 Ha prometido utilizar su mandato para poner en marcha una “cuarta transformación”, es decir, un cambio que marque una época del orden de la independencia de México en 1821, las reformas liberales de mediados del siglo XIX y la revolución popular que convulsionó el país desde 1910 hasta aproximadamente 1920. Aunque como presidente electo López Obrador ha suavizado su retórica -suena más como el político pragmático que demostró ser como alcalde de la Ciudad de México- aún debe manejar las altas expectativas. Ha prometido a los votantes que se ocupará de la pobreza y la desigualdad poniendo en marcha pensiones universales para los ancianos y proporcionando aprendizajes remunerados para 200 millones de jóvenes; que ayudará a la clase media en apuros congelando los precios de los combustibles; que reactivará el sector energético mediante inversiones masivas en la problemática empresa petrolera estatal del país, todo ello sin aumentar el déficit.2
“yo di la orden”: amlo se compromete a informar en 15 días
El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, comúnmente conocido como AMLO, asumió el cargo en diciembre de 2018 con un sólido mandato electoral tras haber derrotado a los partidos tradicionales y haber asegurado una clara mayoría en el Congreso mexicano. Con unos índices de aprobación que rondan el 80 por ciento, López Obrador parece estar satisfaciendo hasta ahora las expectativas de sus partidarios.1 Para deleite de quienes están disgustados con los privilegios de la élite, AMLO vuela en avión comercial (en clase turista), planea vender el avión presidencial y redujo drásticamente los sueldos de los altos funcionarios (incluido el suyo propio), poniendo sus vehículos gubernamentales a subasta.2 Ha actuado rápidamente para redistribuir la riqueza aumentando las pensiones para los ancianos, ofreciendo becas o aprendizajes a millones de jóvenes y proporcionando subsidios adicionales a los pequeños agricultores marginados.3
López Obrador también ha consolidado el apoyo de los sindicatos al revertir algunas de las medidas “neoliberales” más controvertidas de su predecesor. Suspendió una reforma educativa promulgada para mejorar las escuelas públicas de bajo rendimiento del país.4 Y ha empezado a deshacer una reforma energética diseñada para modernizar la industria petrolera dominada por el Estado, prometiendo a los trabajadores que rescatará a la empresa gubernamental fuertemente endeudada, Petróleos Mexicanos o Pemex, invirtiendo miles de millones en una nueva refinería para que el país sea autosuficiente en gasolina.5