Exceso de dividendo digital
El dividendo digital se refiere al espectro radioeléctrico que se libera en el proceso de transición a la televisión digital. Cuando las emisoras de televisión pasen de la televisión analógica a las plataformas exclusivamente digitales, se liberará parte del espectro electromagnético que se venía utilizando para la radiodifusión, ya que la televisión digital necesita menos espectro que la analógica, debido a la compresión con pérdidas. Una de las razones es que la nueva tecnología de compresión de vídeo digital puede transmitir numerosos subcanales digitales utilizando la misma cantidad de espectro que se usa para transmitir un canal de televisión analógica. Sin embargo, la razón principal es que las transmisiones digitales requieren mucha menos banda de guarda a ambos lados, ya que no son tan propensas a las interferencias de radiofrecuencia de los canales adyacentes. Por ello, ya no es necesario dejar canales vacíos para proteger a las emisoras unas de otras, lo que a su vez permite reagrupar las emisoras en menos canales, dejando más espectro contiguo para asignarlo a otros servicios inalámbricos.
El dividendo digital suele situarse en las bandas de frecuencia de 174 a 230 MHz (VHF) y de 470 a 862 MHz (UHF). Sin embargo, la ubicación y el tamaño del dividendo digital varían entre los países debido a factores como la posición geográfica y la penetración de los servicios de satélite/cable.
Ejemplos de dividendos digitales
A. Considerando que la transición de la televisión analógica a la digital terrestre a finales de 2012 liberará, gracias a la mayor eficiencia de transmisión de la tecnología digital, una cantidad significativa de espectro en la Unión Europea, ofreciendo así la posibilidad de reasignar el espectro y presentando nuevas oportunidades para el crecimiento del mercado y para la expansión de los servicios de calidad para el consumidor y de la elección,
C. Considerando que el espectro radioeléctrico es clave para la prestación de una amplia gama de servicios y para el desarrollo de mercados impulsados por la tecnología, cuyo valor se estima en un 2,2 % del PIB de la UE, y que, por lo tanto, es un factor clave para el crecimiento, la productividad y el desarrollo de la industria europea, de conformidad con la Estrategia de Lisboa
D. Considerando que el espectro radioeléctrico es tanto un recurso natural escaso como un bien público, y que su uso eficiente es fundamental para garantizar el acceso al espectro por parte de las distintas partes interesadas que desean ofrecer servicios conectados
E. Considerando que los Estados miembros no tienen un calendario común para la conversión digital; que en muchos Estados miembros los planes para la conversión digital están muy desarrollados, mientras que en algunos otros la conversión ya ha tenido lugar,
Bandas de frecuencias de lte en EE.UU.
El inicio de la gran migración de la radiodifusión televisiva analógica a la tecnología de radiodifusión televisiva digital se remonta a finales de la década de 1990. La primera transición a la televisión digital terrestre se inició como prueba en el Reino Unido en 1998. Los éxitos en la difusión de la transmisión digital terrestre llevaron a la adopción de la conversión digital por parte de muchos países de todo el mundo. En los diez años siguientes, toda la Unión Europea emprendió el camino del apagón analógico. Dado que la televisión digital terrestre moderna utiliza menos espectro, la migración a las plataformas de radiodifusión digital ha liberado más espectro y potencial para transmitir más servicios. Este aumento de oportunidades resultante se denomina dividendo digital. En 2020, sólo unos 60 países de todo el mundo tienen que iniciar la conversión digital. Es decir, más de dos tercios de los países de todo el mundo han realizado la transición, total o parcialmente, a la radiodifusión televisiva digital. Es decir, más de dos tercios de los países del mundo están en la carrera por captar el dividendo digital.
Significado del dividendo
El espectro radioeléctrico es como una autopista por la que pasan las señales de radio, televisión o teléfono. Este espacio está regulado por los gobiernos y su uso se va modificando en función de las necesidades y la innovación, duplicando carriles o desviando el tráfico para facilitar la circulación.
La aparición de la tecnología 5G y su proyección como catalizadora de la competitividad del tejido empresarial y facilitadora de nuevos productos y servicios para los ciudadanos llevó a la Unión Europea a pedir a los países miembros que liberaran uno de los carriles -la banda de 700 megahercios (MHz)- para que por ellos fluyeran “datos” de mayor velocidad.
El llamado “segundo dividendo digital” consistía en despejar la vía y prepararla para el tráfico de la esperada tecnología 5G, las redes de seguridad y emergencia y otros usos de las telecomunicaciones.
Esta ruta -entre 694 y 790 megahercios- había sido ocupada por señales de televisión digital terrestre (canales UHF 48 a 60 incluidos) gestionadas por Cellnex, que fue uno de los organismos encargados de la complicada misión de desviar el tráfico sin afectar a los usuarios, en una encomiable experiencia de colaboración público-privada.