Reimaginar las competencias de los jóvenes tras la pandemia
Es bien sabido que la juventud de cualquier país es un gran activo. Los jóvenes son el futuro del mañana y lo representan a todos los niveles. El papel de los jóvenes en la construcción de la nación es más importante de lo que se piensa. En otras palabras, la inteligencia y el trabajo de los jóvenes llevarán al país por la senda del éxito. Son los pilares de un país.
La importancia de la juventud porque ellos serán nuestro futuro. Hoy pueden ser nuestros socios, mañana se convertirán en líderes. Los jóvenes son muy enérgicos y entusiastas. Tienen capacidad para aprender y adaptarse al entorno. Del mismo modo, están dispuestos a aprender y a actuar en consecuencia para alcanzar sus objetivos.
Nuestra juventud puede traer la reforma social y puede mejorar la condición de la sociedad. No podemos prescindir de la juventud de un país. Además, la nación requiere su participación para alcanzar los objetivos y ayudar a llevar al país hacia el progreso.
Asimismo, vemos cómo el desarrollo de cualquier país requiere la participación activa de la juventud; el papel de los jóvenes es crucial. No importa en qué campo queramos progresar, ya sea el técnico o el deportivo, la juventud es necesaria. Depende de nosotros cómo ayudar a la juventud a desempeñar bien este papel. Debemos concienciar a todos los jóvenes de su poder y del papel que tienen que desempeñar en la construcción de la nación.
¿Qué debe hacer la juventud para ser un pilar fuerte del país en el futuro?
Deben colaborar con todos los sectores de la sociedad para lograr un cambio positivo en el país. También deben participar en actividades que promuevan la unidad y la solidaridad nacionales. Los jóvenes deben centrarse en su educación y labrarse un futuro brillante para sí mismos y para su país.
¿Por qué es necesario desarrollar las capacidades de los jóvenes?
Las bajas cualificaciones perpetúan la pobreza y la desigualdad. Cuando se hace bien, el desarrollo de competencias puede reducir el desempleo y el subempleo, aumentar la productividad y mejorar el nivel de vida. Ayudar a las personas a desarrollar y actualizar sus capacidades tiene sentido desde el punto de vista económico.
Déficit mundial de cualificaciones
Dentro del proyecto de dos años Active 4 future, apoyado por el programa Erasmus +, Youth center Celje organizó una formación de trabajadores juveniles en Nairobi, la capital de Kenia, que tuvo lugar entre el 17 y el 24 de mayo de 2016. En la formación participaron 29 trabajadores juveniles y coordinadores del proyecto procedentes de Kenia, Uganda, Tanzania, Rumanía, Bulgaria y Eslovenia.
Todos los socios habían cubierto parte de la estructura de las iniciativas juveniles y preparado actividades para la formación y las habían puesto en práctica como parte del programa de formación. Basándose en las mejores prácticas de todos los socios, la formación fue puesta en práctica por todos los participantes con el objetivo de que las mejores prácticas de un entorno puedan probarse también en otros entornos. Especialmente enriquecedor fue el trabajo concreto sobre el desarrollo de iniciativas juveniles y la cooperación intercultural, que se estableció durante el trabajo. En la formación, los trabajadores juveniles adquirieron conocimientos sobre el desarrollo y la estructuración de iniciativas juveniles, aprendieron sobre los métodos y enfoques para proporcionar apoyo en forma de trabajo juvenil, adquirieron herramientas para trabajar con jóvenes y aprendieron sobre los elementos del coaching, la comunicación eficaz y la gestión. La formación completa se orientó en la estructuración y definición de los resultados de aprendizaje de las actividades individuales y las formas de promover y desarrollar las habilidades corporativas de los jóvenes.
Cómo superar el déficit de cualificaciones
Múltiples estudios han documentado que un gran número de puestos de trabajo están en peligro a medida que los dispositivos programados -muchos de ellos sistemas inteligentes y autónomos- continúan su marcha hacia los lugares de trabajo. Un estudio reciente realizado por economistas laborales concluyó que “un robot más por cada mil trabajadores reduce la relación empleo-población en unos 0,18-0,34 puntos porcentuales y los salarios en un 0,25-0,5 por ciento”. Cuando el Pew Research Center y el Imagining the Internet Center de la Universidad de Elon preguntaron a expertos en 2014 si la IA y la robótica crearían más puestos de trabajo de los que destruirían, el veredicto se dividió por igual: El 48% de los encuestados vislumbró un futuro en el que se perderían más empleos de los que se crearían, mientras que el 52% dijo que se crearían más empleos de los que se perderían. Desde aquel sondeo de expertos, el futuro del empleo ha ocupado un lugar destacado en el orden del día de muchas grandes conferencias mundiales.
Se han promovido varias soluciones políticas y basadas en el mercado para hacer frente a la pérdida de empleo y salarios prevista por tecnólogos y economistas. Una idea clave que surge de muchas conversaciones, incluido uno de los debates centrales del Foro Económico Mundial en 2016, es que los cambios en los entornos educativos y de aprendizaje son necesarios para ayudar a las personas a mantenerse empleables en la fuerza laboral del futuro. Entre las seis conclusiones generales de un nuevo informe de 184 páginas de las Academias Nacionales de Ciencias, los expertos recomiendan: “El sistema educativo tendrá que adaptarse para preparar a las personas para el cambiante mercado laboral. Al mismo tiempo, los recientes avances informáticos ofrecen formas nuevas y potencialmente más accesibles de acceder a la educación.”
Déficit nacional de cualificaciones
Reaching YES: Addressing the Youth Employment and Skilling Challenge, señala que los jóvenes de entre 15 y 24 años son incapaces de identificar qué cualificaciones necesitan para futuras oportunidades de empleo. Los jóvenes tampoco pueden acceder a la formación pertinente y los empresarios carecen de un método normalizado para verificar las competencias que dicen tener los nuevos empleados.
El informe señala que existe una desconexión entre las necesidades y los sistemas de educación y formación. Por ejemplo, los jóvenes que no pueden acceder a Internet no pueden acceder a oportunidades de formación en línea. Cuando se adquieren competencias, los jóvenes necesitan un modo de hacer un seguimiento verificable, preciso y seguro de las mismas y de compartirlas con los empleadores.
“Si observamos el mundo actual, vemos un enorme desajuste entre las competencias que tienen los jóvenes y las que necesitan los empresarios. Sin oportunidades para adquirir las competencias adecuadas, millones de jóvenes tendrán dificultades para encontrar trabajo y corren el riesgo de quedarse atrás. No podemos permitir que eso ocurra. Por eso es crucial que los gobiernos, las empresas, los educadores y los líderes de la sociedad civil se unan rápidamente, más que nunca, para abordar esta brecha. Al hacerlo, podemos empezar a crear resultados sostenidos para los jóvenes y economías y sociedades más inclusivas”, ha declarado Bob Moritz, Presidente Mundial de PwC.