Oración al espíritu santo pidiendo ayuda
En muchas ocasiones de nuestras vidas llega una situación que necesitamos una ayuda urgente; por tanto hay personas creyentes que claman al Espíritu de Dios pidiendo ayuda. y aseguran que han experimentado un cambio interior, al recibir el don del Espíritu santo en sus vidas.
Oramos con poder y fe al Espíritu Santo por una ayuda. Porque el Espíritu de luz, es justo y su poder te ayudará en toda tu vida.
La mejor manera de expresar la devoción, es a través de oraciones que se centran en el poder del Espíritu Santo. Aquí os compartimos oraciones para alabar e invocar al Espíritu Santo.
“Las partes más útiles fueron no creer en el Espíritu Santo, y el don de Discernimiento. Lo que más me llamó la atención fue que el Espíritu Santo invoca el discernimiento. Sin el Espíritu Santo, el discernimiento está lejos de ser posible de obtener o entender”
5 cosas que puedes pedir como ayuda:
En todo momento, el Espíritu Santo nos brinda su ayuda y en medio de esta crisis, sin duda, hemos levantado nuestros ojos al cielo en busca de guía.
A menudo, deseamos poder acostarnos un día y despertar al siguiente con la virtud o cualidad que sabemos que nos hace falta, lo que simplificaría nuestras vidas. Sin embargo, la transformación interna requiere una toma de conciencia del mal y cómo nos afecta. Esto va acompañado de la decisión y la fuerza de voluntad para dar el primer paso, y comprender que no podemos hacerlo solos.
Por lo tanto, te dejamos aquí, cinco cosas que podemos pedirle al Espíritu Santo para que nos transforme:
-Pedir Ayuda para ser fuertes contra el pecado.
-Espíritu Santo ven y ayúdanos a seguir caminado, en nuestro día a día.
–Ayuda contra las enfermedades.
-Pedir perdón, clemencia y misericordia.
-Sabiduría para obrar con bondad hacia los demás.
Ven Espíritu Santo y enciende en nuestros corazones el amor.
Oh Dios intercede por nosotros a través,
de tu Espíritu santo. Te clamo por ayuda.
Oro a ti como ser de luz y de misericordia,
y con toda fe, te pido que escuche mi
petición; que te suplico con toda mi creencia.
Hacia ti, como ayudador, como ser de divina
misericordia, ayúdame a sentir paz;
Por qué muchas circunstancias han llegado
a mi vida a maltratarme. Espíritu consolador de Dios
te pido poder para que me ayudes a través de
mi oración. Porque tu poder es grande;
y tu misericordia me impregna.
Oh ser de vida, te pido como ser consolador y
justiciero, intervén en esta circunstancia como ayudador
Porque en ti conseguimos nuestras
peticiones, porque eres ser que comprende y
siempre está con nosotros.
También oro a ti pidiendo sabiduría,
para siempre tomar la decisión
en mi vida.
Oh ser de divina esperanza, clamo con
fuerza y con plena convicción de que en
este momento estás intercediendo, por mi
súplica y me consuelas.
La petición, que hago con toda convicción,
porque eres el ser de la trinidad. Y tú oirás mi
clamor. Tu bondad abraza mi corazón, mi
mente, alma y fuerza.
Te clamo como fuente inagotable, de
clemencia a tus siervos. Tú no menosprecias
las peticiones sinceras, menos la de los que
te creen.
Así como tú consuelas, a través de
respuestas; conforta mi alma y mi corazón.
Abraza de misericordia, mi vida, rebosa
mi alma de tu clemencia, de tu paz
inagotable; tu eres el ser que puede
cambiar toda mi vida y todos mis problemas.
Porque tu gracia me persigue en gran
manera. Cambia de este estado en que me
encuentro. Dame fortaleza, así
como le diste a mi señor Jesús.
Clamo con voz en cuello, porque
necesito de ti ayuda urgente. Te pido
porque al necesitado, tú lo ayudas
en medio de sus vicisitudes y
pidiendo sabiduría para ellos.
Socórreme en medio de muchos problemas,
que enfrenta mi vida.
Oh Santo Padre, clamo con total esperanza,
fe, y confianza de que eres bueno en
gran manera.
Mi corazón ruega fervientemente
a través de mis oraciones.
Te suplico, pido clemencia, y ruego con
total fe, que calmes todos mis temores.
Ayuda a tu siervo, porque necesito de tú
poder y tu clemencia.
Oh, ayúdame en mi problema.
Constantemente, porque mis debilidades
son grande y mis problemas fuertes; pero
tú eres más fuerte que todo problema,
tú no menosprecias el ruego
de los clamores sinceros.
Así que Dios me concederá todo lo que
anhela mi corazón, porque el mediador,
me ayuda. Ya que, tengo fe en Dios.
Vuelvo a ti, oh espíritu de Dios y concede mi
petición, de antemano, te agradezco con todo
mi corazón y alma, porque eres un Espíritu justo,
en gran manera. Y tu misericordia persigue a tu siervo.
Te alabo, porque estoy convencido
de que mi petición tú la cumples, gracias
por tener compasión de este corazón atribulado.
Alabanza recibe porque eres bueno;
y para siempre tu misericordia.
Amén.
Poderosa oración al espíritu santo
El mejor regalo que un buen y sabio padre terrenal puede otorgar a un hijo es su propio espíritu. Este es el objeto de un padre en la educación: reproducir en su hijo su propia disposición y carácter. Para que el hijo conozca y comprenda a su padre, para que entre en toda su voluntad y en sus planes, para que tenga su mayor alegría en el padre y el padre en él, debe ser de una misma mente y espíritu con él. Es imposible concebir que Dios conceda a su hijo un don más elevado que su propio Espíritu.
Dios es lo que es a través de su Espíritu; el Espíritu es la vida misma de Dios. Piensa en lo que significa para Dios dar su propio Espíritu a su hijo en la tierra.
Significa, por supuesto, que obtendremos el mismo corazón de oración que Él tiene, la misma carga de oración. Significa que nos mostrará Su mente y Su pensamiento hacia nosotros, y que nos dará una comprensión de nuestra salvación-nuestra justificación y glorificación y todas Sus maravillosas misericordias hacia nosotros (Rom. 12:1; 1 Cor. 2:10-12). Así, mientras el Espíritu Santo nos transmite el Espíritu del Padre, somos capaces de orar según la voluntad del Padre y según el corazón amoroso del Padre.
Oración al espíritu santo
Espíritu de sabiduría y entendimiento, ilumina nuestras mentes para percibir los misterios del universo en relación con la eternidad. Espíritu de recto juicio y valentía, guíanos y haznos firmes en nuestra decisión bautismal de seguir el camino de amor de Jesús. Espíritu de conocimiento y reverencia, ayúdanos a ver el valor duradero de la justicia y la misericordia en nuestro trato diario con los demás. Que respetemos la vida mientras trabajamos para resolver los problemas de la familia y la nación, la economía y la ecología. Espíritu de Dios, enciende nuestra fe, esperanza y amor en una nueva acción cada día. Llena nuestras vidas de asombro y admiración por tu presencia que penetra en toda la creación. Amén.
Oh Espíritu Santo, Tú eres la Tercera Persona de la Santísima Trinidad. Eres el Espíritu de verdad, de amor y de santidad, que procede del Padre y del Hijo, y que es igual a Ellos en todo. Te adoro y te amo con todo mi corazón.
Enséñame a conocer y a buscar a Dios, por quien y para quien he sido creado. Llena mi corazón de un santo temor y de un gran amor por Él. Dame compunción y paciencia, y no me dejes caer en el pecado.
Oracion al espiritu santo pidiendo ayuda
Conclusión: Oración al Espíritu Santo
Por último os dejamos esta o ración al Santo Espíritu sobre cada uno de nosotros para que podamos ver lo que está mal en nuestra vida, tengamos la valentía de aceptarlo, la gracia para luchar contra ello y la humildad para pedir ayuda o aceptarla cuando viene.
Todos tenemos cosas que cambiar, todos tenemos que mejorar algo, no nos olvidemos de ello. Pongamos de nuestra parte para que esto que nos está sucediendo nos ayude a ser mejores, y como dice San Pablo, «No se cansen de hacer el bien» (2Tes 3,13).
Para terminar, esta canción dedicada al Espíritu Santo:
Ven Espíritu divino
Manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre,
don en tus dones espléndido.
Luz que penetras las almas,
fuente del mayor consuelo.
Ven, dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo.
Tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego.
Gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.
Entra hasta el fondo del alma
divina luz y enriquécenos.
Mira el vacío del alma
si tú le faltas por dentro.
Mira el poder del pecado
cuando no envías tu aliento.
Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo.
Lava las manchas.
Infunde calor de vida en el hielo.
Doma el espíritu indómito.
Guía al que tuerce el sendero.
Reparte tus siete dones
según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito.
Salva al que busca salvarse
y danos tu gozo eterno.
¡Amén!
Fuente: Padre Enrique Granados Capellán de Villa Caritas y San Pedro