Cómo funciona el sistema inmunitario
“Cuando uno está resfriado, se siente aturdido, le gotea la nariz, se siente congestionado: estos son los síntomas de los que se queja la gente”, dice el Dr. Cassel. “La gente piensa: ‘Estoy tan enfermo, esto es terrible. ¿Por qué no funciona mi sistema inmunitario?’ Pero con cada uno de estos síntomas del resfriado, ese es su sistema inmunitario trabajando”.
Dado que nuestra respuesta inmunitaria para combatir las enfermedades, las infecciones y los virus en el cuerpo es tan compleja, hay muchas cosas que no sabemos sobre por qué algunas personas tienen una respuesta inmunitaria más equilibrada y otras no.
Para prevenir la enfermedad y evitar la exposición al virus, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan lavarse las manos con frecuencia, evitar el contacto estrecho con personas enfermas, cubrirse la boca y la nariz con un protector facial de tela cuando se esté cerca de otras personas, tapar la tos y los estornudos, y limpiar y desinfectar diariamente las superficies que se tocan con frecuencia.
Sistema inmunitario del azúcar
El sistema inmunitario es la primera línea de defensa cuando se lucha contra un resfriado común, una gripe o cualquier otra enfermedad relacionada con el frío. Tu sistema inmunitario te ayuda a curarte y a mantenerte bien. Para que funcione bien, su sistema inmunitario necesita alimentos saludables, ejercicio y poco estrés. Pero ten cuidado, porque una respuesta inflamatoria excesiva puede provocar enfermedades crónicas (a largo plazo) como la diabetes, las enfermedades cardíacas y algunos tipos de cáncer. Entonces, ¿cómo puedes apoyar a tu sistema inmunitario y equilibrar su respuesta para que estés y te mantengas sano?
El agua sigue siendo lo mejor que puedes beber. Cada persona varía, pero el objetivo es beber ocho vasos de agua de 8 onzas al día. Eso puede ser difícil de hacer. Tu cuerpo se deshidrata tras horas de sueño, así que bebe un vaso de agua nada más levantarte. Si te cuesta beber suficiente agua, establece recordatorios a lo largo del día o bebe un vaso de agua antes de cada comida. El té caliente sin cafeína puede contar como parte de tu cuenta diaria de agua.
El ejercicio es esencial para prevenir enfermedades crónicas como las cardiopatías y la hipertensión, y para mantener el peso bajo control. El ejercicio también contribuye a la salud del sistema inmunitario. Favorece una buena circulación de la sangre, lo que ayuda al sistema inmunitario a realizar su trabajo con mayor eficacia.
Vitaminas para el sistema inmunológico
Cuando se trata del sistema inmunitario, parece que el término “reforzar” está en todas partes. Los artículos se suceden en Internet. Los anuncios publicitarios hacen señas, planteando las siguientes preguntas: “¿Se puede realmente ‘reforzar’ el sistema inmunitario?”. “¿Qué alimentos o bebidas pueden ayudarte a ‘reforzar’ tu sistema inmunitario?”. Y la lista continúa.
Pero, ¿qué significa realmente “reforzar”? ¿Y es realmente lo mejor para la salud inmunitaria? ¿O puede haber otra forma de apoyar la capacidad de su sistema inmunitario para responder a una amenaza? Y, lo más importante, ¿cuál es la mejor manera de obtener estos beneficios?
La mayoría de las personas preocupadas por su salud toman medidas para proteger su salud inmunitaria como parte de su vida cotidiana, probablemente sin darse cuenta. La dieta, el ejercicio y el sueño adecuado desempeñan un papel crítico bien documentado en el mantenimiento del bienestar general. De hecho, estos hábitos constituyen la base de la buena salud. Pero, como nos ha demostrado la pandemia, muchos de nosotros buscamos otra herramienta que nos ayude a mantener nuestra salud inmunitaria general.
Aunque ser proactivo es bienintencionado, el problema radica en intentar “reforzar” el sistema inmunitario. En su forma más sencilla, el término “reforzar” significa “mejorar la función de”. En el contexto de la mejora del sistema inmunitario, la confusión puede estar relacionada con la semántica. Si bien el término “boost” se utiliza a veces para referirse a la ayuda, el riesgo puede aparecer cuando el “boost” va más allá de la ayuda. En esos casos, el resultado podría ser una sobreestimulación. Reforzar” puede significar que el sistema inmunitario se sobrecompense, lo que puede dar lugar a una reacción negativa.
Mejorar el sistema inmunológico
Hoy en día, la salud inmunitaria está en el punto de mira de todo el mundo. Aunque la salud inmunitaria tiene muchos componentes, la nutrición desempeña un papel fundamental. De hecho, un estudio reciente publicado en la revista European Journal of Nutrition & Food Safety ha revelado que una serie de vitaminas y minerales desempeñan un papel importante en el apoyo a la salud inmunitaria.
Además, el estudio también sugiere que las deficiencias de ciertas vitaminas y minerales pueden conducir a un sistema inmunitario debilitado y a una mayor susceptibilidad a las infecciones. Afortunadamente, estos nutrientes abundan en los alimentos cotidianos.
Desde los tiempos de los brotes de escorbuto, se sabe que la vitamina C es un nutriente clave para el sistema inmunitario. Según un estudio publicado en la revista Nutrients, contribuye al rápido aumento de las células B y T, dos glóbulos blancos que intervienen en la secreción de anticuerpos y en la eliminación de las infecciones.
Aunque se cree que tomar altas dosis de vitamina C previene la enfermedad, las investigaciones sugieren lo contrario. Una revisión de la Base de Datos Cochrane de Revisiones Sistemáticas descubrió que tomar al menos 200 miligramos de vitamina C al día sólo reducía el riesgo de contraer un resfriado en personas extremadamente activas, como los corredores de maratón y los esquiadores. Para la persona media, las grandes dosis de vitamina C no reducen el riesgo de contraer un resfriado. Dicho esto, tomar al menos 200 miligramos de vitamina C al día puede disminuir la duración de los síntomas del resfriado en un 8 por ciento (o aproximadamente un día) en la mayoría de las personas.