Ayuda internacional al desarrollo

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La ayuda al desarrollo es un tipo de ayuda extranjera/internacional/en el extranjero otorgada por los gobiernos y otros organismos para apoyar el desarrollo económico, medioambiental, social y político de los países en desarrollo.[1] Los conceptos estrechamente relacionados son: ayuda al desarrollo, asistencia al desarrollo, ayuda oficial al desarrollo (AOD), política de desarrollo, cooperación al desarrollo y asistencia técnica. Se distingue de la ayuda humanitaria por tener como objetivo una mejora sostenida de las condiciones de un país en desarrollo, en lugar de un alivio a corto plazo. Por ello, la ayuda al desarrollo se considera una forma importante de cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible 1 (acabar con la pobreza en todas sus formas en todo el mundo) para las naciones en desarrollo.

La ayuda puede ser bilateral, es decir, de un país a otro, o multilateral, es decir, del país donante a una organización internacional como el Banco Mundial o las agencias de las Naciones Unidas (PNUD, UNICEF, ONUSIDA, etc.) que la distribuye entre los países en desarrollo. En la actualidad, la proporción es de un 70% bilateral y un 30% multilateral[2].

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Nosotros, los ministros de Asuntos Exteriores del G7, Alemania, Canadá, Estados Unidos de América, Francia, Italia, Japón y Reino Unido, y la Alta Representante de la Unión Europea, nos mantenemos firmes en nuestra solidaridad y nuestro apoyo a Ucrania en su defensa contra las injustificables, (…)

La política de desarrollo de Francia se inscribe en el marco establecido por la comunidad internacional, en particular la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, adoptada en septiembre de 2015 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Acuerdo de París sobre el Clima y la Agenda de Acción de Addis Abeba sobre la Financiación para el Desarrollo. También forma parte del nuevo Consenso Europeo sobre el Desarrollo, adoptado en 2017.

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Los principales objetivos y orientaciones estratégicas de la política de desarrollo de Francia se recogen en la Ley n.º 2014-773 sobre las orientaciones y la programación en materia de política de desarrollo y solidaridad internacional (LOP-DSI), de 7 de julio de 2014, (en francés), así como en las sucesivas decisiones del Comité Interministerial de Cooperación Internacional y Desarrollo (CICID) francés, presidido por el Primer Ministro y que reúne a los ministros que se ocupan de la solidaridad internacional.

Ayuda al desarrollo de la UE

Suecia tiene una larga tradición de ayuda al desarrollo generosa y ambiciosa. La cooperación al desarrollo consiste en ayudar a los pobres a mejorar sus condiciones de vida. La ayuda sueca al desarrollo suele canalizarse a través de organizaciones internacionales como la ONU y la UE. La ayuda humanitaria se refiere a las actividades de Suecia para salvar vidas, aliviar el sufrimiento y mantener la dignidad humana de los afectados por desastres naturales, conflictos armados u otras circunstancias similares.

Los Objetivos Mundiales y la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible pretenden acabar con la pobreza y el hambre, hacer realidad los derechos humanos de todos, lograr la igualdad de género y el empoderamiento de todas las mujeres y niñas, y garantizar la protección duradera del planeta y sus recursos naturales.

Suecia tiene una larga tradición de política exterior activa, con una amplia y estrecha cooperación bilateral y multilateral, tanto en nuestra parte del mundo como a nivel global. Las estrategias nacionales y regionales contienen información sobre las relaciones de Suecia con diferentes países y regiones.

Gobierno

Ayuda internacional al desarrolloLa UE es el mayor donante de ayuda al desarrollo del mundo, así como el mayor contribuyente a la financiación del clima. Adopta diversas medidas políticas para reducir la pobreza y ofrece subvenciones a los países en desarrollo.

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La UE es el mayor donante de ayuda al desarrollo del mundo. Se ha comprometido a aumentar su contribución y a donar al menos el 0,7% de su renta nacional bruta al año. Pero la ayuda financiera por sí sola no basta para reducir la pobreza de forma sostenible.

La UE y sus países miembros son también los mayores contribuyentes a la financiación del clima como medio para mitigar el cambio climático y apoyar financieramente proyectos y programas de adaptación en apoyo de los países en desarrollo, aportando 14.500 millones de euros en 2014.

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