El Refugio para Mujeres y Niños Maltratados trabaja para satisfacer
Puede que el abuso emocional no produzca cicatrices visibles, pero sigue siendo muy real. No importa lo fuerte o segura de sí misma que sea o parezca una persona, puede ser objeto de abuso emocional. El abuso emocional no tiene el mismo aspecto para todos los que lo experimentan, pero comparte un aspecto peligroso: puede dejar heridas a largo plazo. Un maltratador puede ser una persona con la que tienes una relación sentimental, o puede ser un jefe, un amigo, un pariente u otra persona con la que tengas una relación. Nadie se merece sufrir abusos de ningún tipo y por ningún motivo. Es crucial saber que no es culpa de la persona que es objeto de abuso, y que hay ayuda disponible.
Si usted o un ser querido está experimentando o ha experimentado abuso en la relación o violencia doméstica, por favor busque ayuda. La Línea Nacional de Violencia Doméstica es gratuita y confidencial y ofrece apoyo 24 horas al día, 7 días a la semana, 365 días al año. El número es 1-800-799-SAFE (7233). También puede enviar un mensaje de texto con la palabra “START” al 88788 o utilizar la opción de chat en vivo en el sitio web TheHotline.org. TheHotline proporciona herramientas esenciales y apoyo para ayudar a los supervivientes de la violencia doméstica para que puedan vivir sus vidas libres de abusos.
Violencia doméstica y COVID-19
El abuso físico es el uso de la fuerza física que te hiere o te pone en peligro. El abuso físico puede ocurrir en las relaciones de pareja o de matrimonio, pero también puede ocurrir fuera de una relación. Nadie -ni el cónyuge, ni la pareja romántica, ni un miembro de la familia- tiene derecho a abusar físicamente de ti.
El maltrato físico es cualquier tipo de fuerza física que te daña o pone en peligro tu salud. El maltrato físico puede incluir sacudidas, quemaduras, asfixia, tirones de pelo, golpes, bofetadas, patadas y cualquier tipo de daño con un arma como un cuchillo o una pistola. También puede incluir amenazas de hacerle daño a usted, a sus hijos, a sus mascotas o a sus familiares. El maltrato físico también puede incluir la restricción contra su voluntad, atándole o encerrándole en un espacio. El maltrato físico en una relación de pareja (romántica o sexual) también se llama violencia doméstica.
El maltrato físico puede tener efectos duraderos en tu salud física y mental. El maltrato físico puede causar muchos problemas de salud crónicos (de larga duración), como problemas cardíacos, hipertensión arterial y problemas digestivos.1 Las mujeres maltratadas también son más propensas a desarrollar depresión, ansiedad o trastornos alimentarios. Las mujeres maltratadas también pueden abusar del alcohol o de las drogas como forma de afrontar la situación.
Diez maneras de ayudar a una víctima de la violencia doméstica
Escuchar: Si es posible, busque un momento y un lugar seguros y confidenciales para hablar con su amigo/familiar. Empieza la conversación expresando tu preocupación, por ejemplo: “Me preocupa tu seguridad”. Deja que tu amigo/familiar hable y hazle saber que crees en lo que te está contando.
Ofrezca apoyo: Hazles saber que no están solos y que nadie merece ser herido. El maltrato no es culpa de la víctima. Asegúrele que lo que siente está bien. A continuación, pregúntele cómo puede apoyarle mejor.
Proporcione recursos: Anímale a acudir a los recursos de la comunidad. Póngalos en contacto con líneas telefónicas de crisis, grupos de apoyo, refugios para víctimas de la violencia doméstica, servicios de salud mental o cualquier otra cosa que puedan necesitar.
Respete sus decisiones: No les presiones para que se vayan. Nunca es tan sencillo como irse. Hay muchas razones por las que la gente se queda en una relación abusiva. Ofrézcales apoyo y recursos, pero sepa que es su decisión. No le juzgue ni le haga sentir mal por seguir en una relación abusiva. Hazles saber que estarás a su lado independientemente de la decisión que tomen.
Violencia en el hogar #SignalForHelp
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Si sabes o sospechas que alguien es víctima de la violencia doméstica, es posible que no sepas cuál es la mejor manera de ayudarle. No dejes que el miedo a decir algo incorrecto te impida tender la mano. Esperar las palabras perfectas podría impedirle aprovechar la oportunidad de cambiar una vida.
Si decides acercarte a una víctima de abusos, hazlo en un momento de calma. Involucrarse cuando los ánimos están caldeados puede ponerte en peligro. Además, asegúrate de reservar mucho tiempo por si la víctima decide abrirse. Si la persona decide revelar años de miedo y frustración reprimidos, no querrás terminar la conversación porque tienes otro compromiso.