Cómo puedo donar a Madagascar
La isla sufre periódicamente catástrofes naturales como ciclones, sequías e inundaciones. Estos afectan a miles de personas, personas que ya están luchando para alimentar a sus familias y mantenerse saludables. Sólo un ejemplo, en enero de 2018 el ciclón Ava afectó a 161.000 personas y desplazó a unas 15.000.
Las condiciones socioeconómicas a las que se enfrenta la mayoría de los malgaches son duras. Desde principios de la década de 1970, la renta per cápita ha descendido notablemente, mientras que durante el mismo periodo la población casi se ha duplicado. La población malgache es una de las que más crece en el mundo.
La exclusión social y la pobreza están muy extendidas. Según UNICEF, alrededor del 92% de la población vive en la pobreza. Aunque la pobreza urbana también existe, es un fenómeno predominantemente rural: la población rural carece de acceso a las infraestructuras y servicios públicos, en particular a los centros médicos y las escuelas. Muchos agricultores malgaches de subsistencia apenas producen lo suficiente para alimentar a sus familias.
Muchas familias, especialmente las que viven en zonas rurales, no tienen acceso a agua potable ni a instalaciones sanitarias seguras. En consecuencia, beben agua contaminada, lo que aumenta el riesgo de contraer enfermedades transmitidas por el agua. Esta falta de saneamiento fue en parte culpable de la reaparición de la polio en el país en 2015.
Donativo para la hambruna en Madagascar
Cuando se trata de desastres naturales, la empobrecida isla del océano Índico es uno de los países más vulnerables del mundo. Año tras año, la sequía ha dejado a las familias del sur de Madagascar desamparadas y sin medios para alimentarse.
“Los alimentos del PMA son realmente una ayuda que salva vidas, ya que no hay mucho que comer en la región. Comemos fruta de cactus para el almuerzo y guardamos el preciado arroz y los guisantes partidos para la cena”, dice Lignerene, agricultora y madre de 6 hijos en el distrito de Ampanihy.
El país isleño sufre cada año más eventos climáticos devastadores. En abril de 2021, el 70% de la región del Gran Sur (sur) de Madagascar se vio afectada por la sequía, lo que provocó otra cosecha fallida el año pasado.
Madagascar está entre los diez países más vulnerables a las catástrofes y se considera el país más expuesto a los ciclones de África. Una cuarta parte de la población vive en zonas muy propensas a los ciclones, las inundaciones o la sequía.
Madagascar, la cuarta isla más grande del mundo, cuenta con un ecosistema único, con miles de especies de plantas y animales que no se encuentran en ningún otro lugar. La agricultura, la pesca y la silvicultura constituyen la columna vertebral de la economía malgache. Pero la mayoría de los agricultores dependen de pequeñas parcelas de tierra de secano, y luchan por producir ante las perturbaciones climáticas, la inestabilidad y la falta de acceso a equipos y tierras.
Ayuda a Madagascar
Aunque la economía de Madagascar se beneficia del ecoturismo, la investigación ecológica y un creciente sector agrícola, la desigual distribución de la riqueza ha hecho que casi el 80% de la población del país viva por debajo del umbral de la pobreza. Esta pobreza generalizada, combinada con la debilidad de los organismos gubernamentales y una situación política endeble, ha dado lugar a una situación humanitaria alarmante. La última crisis política de 2009 a 2013 ha tenido efectos muy negativos en la economía y los sistemas sanitarios.
Entre 1980 y 2010, el país sufrió 35 ciclones e inundaciones, cinco períodos de sequía severa, cinco terremotos y seis epidemias. Esta vulnerabilidad se ha visto intensificada por el aumento de la migración a las grandes ciudades, el deterioro de las infraestructuras viarias y las pésimas condiciones de seguridad.
Acción contra el Hambre lleva a cabo intervenciones humanitarias multisectoriales en Madagascar, destinadas a reducir las tasas de mortalidad y morbilidad entre las personas afectadas por la sequía. En 2020, nuestros equipos móviles admitieron para su tratamiento a un número importante de niños que sufrían desnutrición aguda grave, lo que puso de manifiesto las necesidades de las zonas de difícil acceso. Pusimos en marcha un programa de agua, saneamiento e higiene dirigido por la comunidad para ayudar a mejorar las prácticas de higiene. También apoyamos proyectos de reducción del riesgo de catástrofes para reforzar las capacidades locales de preparación y respuesta a los riesgos climáticos.
Organizaciones benéficas de Madagascar
En 2021, la sequía crónica en el sur de la isla se convirtió en una sequía aguda, ya que no hubo lluvias, se diezmó toda una temporada de cultivo y las poblaciones pasaron hambre. Esta situación continuará en 2022. La disminución de las posibilidades de habitación humana en las regiones del sur es una consecuencia directa del cambio climático. 1,3 millones de personas quedaron en situación de inseguridad alimentaria. Se estima que 500.000 niños menores de 5 años sufrirán desnutrición aguda entre mayo de 2021 y abril de 2022. De ellos, 110.000 sufrirán desnutrición grave.
La escasez y el precio del agua han aumentado en las regiones afectadas por la sequía y en Antananarivo. En el peor de los casos, a los habitantes de las zonas rurales más pobres se les puede cobrar 8 veces más que a los de las zonas urbanas por un bidón de 20 litros. Se prevé un deterioro de la calidad del agua debido a las bajas reservas y recargas de los acuíferos. El acceso de los niños marginados y sus familias a los servicios WASH se verá aún más limitado. Las poblaciones urbanas también corren el riesgo de sufrir una posible escasez de agua potable.