Confiar en Dios
Es difícil salir adelante en la vida cuando te enfrentas a una situación difícil. Sabes que Dios está ahí y sabes que te escucha, pero a veces sólo necesitas un recordatorio. Quería compartir 10 versículos bíblicos que pueden ayudarte a atravesar un momento difícil con el estímulo de las promesas de Dios.
Apoyarse en Dios es lo mejor que se puede hacer cuando las cosas se ponen difíciles. Él es el único que puede ofrecer verdadero consuelo en un momento de necesidad. Espero que encuentres algo de consuelo en estos versículos, sin importar el momento difícil por el que estés pasando.
Estos son algunos de mis versos favoritos en cualquier momento, pero son especialmente buenos para memorizarlos y concentrarse en ellos durante los momentos difíciles. También te puede gustar leer algunas ideas para incluir más tiempo de silencio en tus días en este post: 5 consejos prácticos para encontrar tiempo diario con Dios
Tú eres mi escondite; me protegerás de los problemas y me rodearás con cantos de liberación. Te instruiré y te enseñaré el camino que debes seguir; te aconsejaré con mi mirada amorosa.
En esto te alegras, aunque ahora, por un tiempo, si es necesario, has sido afligido por diversas pruebas, para que la autenticidad probada de tu fe -más preciosa que el oro que perece aunque sea probado por el fuego- sea hallada para resultar en alabanza, gloria y honor en la revelación de Jesucristo.
Versos bíblicos sobre la confianza en Dios
Es comprensible que luchemos con esto. Amigos, nos perdemos en la pena. Vagamos en el futuro sin Dios (un lugar al que nunca debimos ir) porque ¡es realmente difícil confiar en Dios a través de una prueba!
Jugamos con esos pensamientos dañinos de “qué pasaría si” una y otra vez. No porque sean buenos, sino, honestamente, porque a veces se siente bien sentir lástima por nosotros mismos. Y tal vez de alguna manera sentimos que meditar en los “qué pasaría si” trae un poco más de control al caos.
Por eso es en el silencio y la quietud donde podemos verlos aparecer, como los conejos que se materializan de repente en un campo de hierba en el crepúsculo. Los vemos cuando reducimos la velocidad lo suficiente como para notar su presencia.
Cuando estoy soportando una prueba, tengo que aquietar mi corazón con regularidad: dejar salir la oleada de emociones que se están acumulando; y permitir que Dios reponga mi alma con recordatorios de la belleza que está ocurriendo en mi pequeño mundo.
“No te preocupes por nada; en cambio, reza por todo. Dile a Dios lo que necesitas, y dale las gracias por todo lo que ha hecho. Entonces experimentarás la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. Su paz guardará vuestros corazones y vuestras mentes mientras viváis en Cristo Jesús”. (Filipenses 4:6-7)
Cuando Dios calla en los momentos difíciles
No se inquieten por nada, sino que en todo, con oración y súplica y acción de gracias, presenten sus peticiones a Dios. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Porque yo sé los planes que tengo para vosotros -declara el Señor-, planes de bienestar y no de mal, para daros un futuro y una esperanza. Entonces me invocaréis y vendréis a orar a mí, y yo os escucharé. Me buscaréis y me encontraréis, cuando me busquéis de todo corazón.
Hermanos míos, tenedlo por bueno cuando os encontréis con pruebas de diversa índole, porque sabéis que la prueba de vuestra fe produce constancia. Y que la constancia surta todo su efecto, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada.
Tres veces supliqué al Señor sobre esto, para que me dejara. Pero él me dijo: “Te basta mi gracia, porque mi poder se perfecciona en la debilidad”. Por lo tanto, me gloriaré aún más de mis debilidades, para que el poder de Cristo descanse sobre mí. Por Cristo, pues, me conformo con las debilidades, los insultos, las dificultades, las persecuciones y las calamidades. Porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
Cómo confiar plenamente en Dios
La oración puede ayudarnos a ver el panorama general y a sentirnos reconfortados por el amor de Dios cuando las cosas no van como queremos. Tanto si necesitas consuelo, ayuda o guía, como si estás preocupado o sufres una pérdida, o te enfrentas a la incertidumbre, estas oraciones te ayudarán. Esperamos que las encuentres alentadoras.
Ayúdame a no temer el futuro, sino a confiar con valentía en que tú tienes el control cuando mis emociones me hunden y cuando estoy desesperado. Y cuando no pueda hablar y no sepa qué decir, ayúdame a “estar tranquilo y saber que tú eres Dios”.
No te entiendo, ni siquiera sé si creo en ti, pero este es mi grito a ti, seas quien seas, me imagino que si eres tan grande como la gente dice que eres, no te vas a ofender si me equivoco.
Dios, ayúdame a confiar en ti mis decisiones y mi futuro. Permíteme apoyarme en ti con todo mi corazón en lugar de confiar en mi propia comprensión imperfecta. Dame una guía clara en mi vida. Te pido ayuda para dirigir mi camino. Dame la confianza de que tu dirección es siempre el mejor camino. En el nombre de Jesús, amén.