Definición de las subvenciones
Una subvención gubernamental es una concesión financiera otorgada por una autoridad gubernamental federal, estatal o local para un proyecto beneficioso. Se trata de un pago por transferencia. Una subvención no incluye la asistencia técnica ni otro tipo de ayuda financiera, como un préstamo o una garantía de préstamo, una bonificación de intereses, una asignación directa o un reparto de ingresos. No se espera que el beneficiario devuelva el dinero, sino que utilice los fondos de la subvención para su propósito declarado, que normalmente sirve para un bien mayor.
Veintiséis agencias federales administran cada año más de 1.000 programas de subvenciones para financiar las artes, las ciencias y las instituciones educativas. Las subvenciones gubernamentales ayudan a financiar ideas y proyectos que proporcionan servicios públicos y estimulan la economía. Por ejemplo, un programa de economía puede estar diseñado para reforzar el análisis económico empírico y teórico, así como los métodos para una investigación rigurosa del comportamiento económico.
Las subvenciones gubernamentales no se conceden sin más: hay que solicitarlas. Conseguir una subvención gubernamental es un proceso extremadamente competitivo. Los trámites son complejos y los solicitantes deben describir cómo los fondos concedidos beneficiarán a la comunidad local o al público en general. Elaborar una propuesta convincente es un reto tan grande que los solicitantes suelen contratar ayuda profesional. Algunos escritores autónomos se especializan en la redacción de propuestas de subvención.
Subvenciones públicas
Una subvención o incentivo gubernamental es una forma de ayuda o apoyo financiero que se concede a un sector económico (empresa o individuo), generalmente con el objetivo de promover la política económica y social[1] Aunque normalmente se concede desde el gobierno, el término subvención puede referirse a cualquier tipo de apoyo, por ejemplo, de las ONG o como subvenciones implícitas. Las subvenciones adoptan diversas formas: directas (subvenciones en metálico, préstamos sin intereses) e indirectas (exenciones fiscales, seguros, préstamos a bajo interés, depreciación acelerada, descuentos en el alquiler)[2][3].
Una subvención a la producción anima a los proveedores a aumentar la producción de un determinado producto compensando parcialmente los costes o las pérdidas de producción[4] El objetivo de las subvenciones a la producción es ampliar la producción de un determinado producto de forma que el mercado lo promueva, pero sin aumentar el precio final para los consumidores. Este tipo de subvención se encuentra predominantemente en los mercados desarrollados[3] Otros ejemplos de subvenciones a la producción son las ayudas a la creación de una nueva empresa (Enterprise Investment Scheme), a la industria (política industrial) e incluso al desarrollo de determinadas zonas (política regional). Las subvenciones a la producción son objeto de un debate crítico en la literatura, ya que pueden causar muchos problemas, como el coste adicional de almacenar los productos producidos de más, la depresión de los precios del mercado mundial y el incentivo a los productores para que produzcan en exceso, por ejemplo, un agricultor que produzca en exceso en función de la capacidad de carga de su tierra…
Comentarios
Las ayudas y subvenciones son ofrecidas por los gobiernos en varios niveles de gobierno (local, nacional, UE). Pueden optar a ellas muchos tipos de organizaciones, como empresas, institutos de investigación, universidades, autoridades públicas y ONG.
En principio, las ayudas y subvenciones no tienen que devolverse al concedente, siempre que el beneficiario cumpla las condiciones contractuales. Sin embargo, las subvenciones y ayudas no cubren necesariamente todos los costes de un proyecto. Esto significa que la organización beneficiaria a menudo tendrá que conseguir otros medios para financiar su proyecto, ya sea con fondos propios o con el apoyo de un tercero, como un banco.
Aunque los términos “subvención” y “subsidio” suelen utilizarse indistintamente, cabe distinguirlos. Mientras que las subvenciones son pagos corrientes destinados a influir en los niveles de producción o en los precios, las ayudas son contribuciones financieras directas para actividades específicas que apoyan los objetivos políticos de la UE o del gobierno general.
Dado que la mayoría de los gobiernos han establecido objetivos para hacer su economía más circular, mitigar el cambio climático y mejorar la eficiencia de los recursos, existen muchos programas de subvenciones para empresas o proyectos con estos objetivos:
Subvención a la producción
Una subvención es un beneficio otorgado a un individuo, empresa o institución, generalmente por el gobierno. Puede ser directa (como los pagos en efectivo) o indirecta (como las exenciones fiscales). La subvención suele concederse para eliminar algún tipo de carga, y a menudo se considera que es de interés general, ya que se concede para promover un bien social o una política económica.
Una subvención suele ser una forma de pago -proporcionada directa o indirectamente- a la persona o entidad comercial que la recibe. Las subvenciones suelen considerarse un tipo de ayuda financiera privilegiada, ya que disminuyen una carga asociada que antes se imponía al receptor, o promueven una acción concreta mediante la prestación de apoyo financiero.
Las subvenciones tienen un coste de oportunidad. Consideremos de nuevo la subvención agrícola de la era de la Depresión: tuvo efectos muy visibles y los agricultores vieron aumentar sus beneficios y contrataron más trabajadores. Los costes invisibles incluían lo que habría ocurrido con todos esos dólares sin la subvención. El dinero de los subsidios tuvo que ser gravado con los ingresos individuales, y los consumidores se vieron afectados de nuevo cuando tuvieron que hacer frente a precios más altos de los alimentos en la tienda de comestibles.